Capítulo 16: Ignorada

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Muy temprano en la mañana, Hermione tomó a su hijo y lo colocó en un portabebés y lo aseguro bien a su cuerpo, luego se puso su túnica más abrigadora y con mucho tino de no despertar a sus compañeras de habitación, salió.

Cuando llegó a las puertas de la enfermería, se quedó parada allí, indecisa si entrar o tocar. Respirando profundo, decidió entrar.

Todas las camas estaban vacías, pero al final de la enfermería había un biombo separando una de las camas. Hermione supuso que allí estaría Remus. Apenas había dado unos pasos cuando el biombo se abrió y por allí salió James Potter, con el cabello más desordenado que nunca y las gafas mal puestas; se cubrió la boca con una mano evitando un bostezo.

El chico parpadeó varias veces al verla y luego se acomodó las gafas.

—¿Hermione? —dijo confundido—. ¿Qué haces aquí? —cuestionó, no pudiendo evitar dar una mirada hacia atrás.

—Yo... vine porque quería que la señora Pomfrey... eh...

—Granger —dijo una voz petulante. Ambos Gryffindors miraron hacia la puerta de la enfermería, encontrándose así con la alta figura de Draco Malfoy—, te dije que yo mismo podía conseguir mis pociones —frunció el ceño—. No necesito de tu compasión —terminó dirigiéndole una mirada llena de desdén.

Hermione no pudo más que mirar al rubio con confusión. ¿De qué estaba hablando?

—Espera —dijo James pasándose una mano por sus revueltos cabellos azabaches—. Viniste a la enfermería para ayudar a Maslow —y en cada una de sus palabras se podía escuchar la acusación.

—Yo... —murmuró Hermione, sin saber que más decir. Ver a Malfoy allí la había dejado sin palabras.

Draco se acercó a los dos leones.

—Excelente respuesta, Granger. Que elocuente —dijo con sarcasmo.

—Oye, no le hables de ese modo —advirtió James.

Draco sonrió socarronamente.

—Creí que tu novia era Evans, Potter, no Granger. Me pregunto qué dirá Evans cuando se entere con cuanta pasión defiendes a su amiga.

James frunció el ceño de tal manera a que a Hermione le recordó a tanto a su buen amigo Harry.

—No hables de mi pelirroja hermosa —siseó Potter.

—Por supuesto, por supuesto, Potter —contestó Malfoy moviendo la mano como si estuviera espantando a una molesta mosca.

Pero antes de que James volviera a hablar una cabeza con cabellos negros alborotados apareció por el biombo.

—¿Por qué tanto ruido? —preguntó Sirius Black saliendo completamente detrás del biombo. Su expresión somnolienta desapareció completamente al ver quien estaba frente a su amigo—. ¿Maslow? ¿Qué demonios haces aquí?

—No sabía que la enfermería de la escuela era de tu propiedad, Black.

Sirius se paró junto a James a la vez que le dirigía una mirada de soslayo a Hermione.

—No repitiere la pregunta, Maslow —advirtió Sirius apuntándolo con el dedo índice.

El rubio simplemente sonrió sin inmutarse antes las palabras de su pariente.

—Chicos, por favor —murmuró Hermione—. Draco no quería...

Ambos Gryffindor miraron a su nueva compañera de casa silenciándola al instante.

—Creo que la señorita Granger aún no sabe que no debe tratar con serpientes, ¿verdad, señor Cornamenta?

—Por supuesto que no lo sabe, señor Canuto, sino no trataría de hacerle favores.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2021 ⏰

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Reencontrándome con el Amor , pero en el PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora