Capítulo 13: ¿Por qué me odias?

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—Sirius. Hey, Sirius, ¿te encuentras bien? —le preguntó Remus poniendo una mano sobre el hombro de su amigo.

El animago salió de sus pensamientos, se volvió para mirar a su castaño amigo.

—¿Qué te pasa? —le preguntó Remus—. Llevas más de una hora aquí. Y realmente estamos muy preocupados por ti.

Sirius miró a su alrededor; las cuatro camas estaban tendidas —aunque tres de ellas tenían libros y ropa sobre ellas—, los baúles estaban a los pies de las camas, y los zapatos de Peter estaba desperdigados en el suelo. Luego volvió a mirar a Remus.

—Una semana. ¡Una semana! Llevo una semana tratando de hablar civilizadamente con Marlene, Lunático, pero ella simplemente me ignora —dijo pasándose una mano por sus ondeados cabellos.

Remus miró con pesar a Sirius, desde que Hermione le había dicho que si solucionaba los problemas que tenía con Marlene, entonces ella le concedería una cita; Sirius no había parado de tratar de hablar con la rubia, pero esta parecía detestarlo tanto, que su sola presencia la hacía irse de la habitación donde Sirius podría compartir su mismo aire, claro, que Marlene tenía que aguantarse la presencia de Sirius en clases.

—Por más que trato de hablar con ella... —murmuró Sirius, caminando de un lado a otro por la habitación—. Lunático, ¿tú sabes por qué me odia? —detuvo su caminata.

Remus se quedó pensativo.

—Bueno —dijo—, lo único que recuerdo es que ustedes dos se llevaban bien hasta cuarto año, pero después, no, no lo sé... tal vez James y Peter recuerden algo más.

—Vamos a buscarlos —dijo Sirius, abriendo la puerta de la habitación que compartía con sus amigos, y salió, con Remus siguiéndolo.

Bajaron a la sala común y allí se encontraron con Lily y Scarlett Waldorf —una bruja pelinegra de quinto año—, a la cual Lily siempre ayudaba a repasar las clases o a explicarle algo que la pequeña bruja no hubiera entendido bien. Tenían varios libros, pergaminos, plumas y tinta, rodeándolas.

Lily se levantó con cuidado de todo ese desorden, y se acercó a los dos magos.

—Sirius —le dijo Lily, con una expresión preocupada en rostro—, por fin sales de tu habitación.

—¿Dónde están James y Peter? —preguntó distraídamente el animago.

Lily frunció levemente el ceño.

—Fueron a las cocinas a buscar algo de comer, ellos creen que algo de comida te haría recuperar tus ánimos, y...

—Gracias, Lily —le dijo Sirius, interrumpiéndola, y continuó su camino hacia la salida de la sala común, Remus solo le ofreció una mirada avergonzada por el comportamiento de Sirius, pero Lily, conociendo mejor a los llamados "merodeadores", no se sintió tan ofendida por eso, no como lo hubiera estado hace un par de años.

—Scarlett —dijo Lily llamando la atención de la pelinegra—, cuando tengas un novio, procura que este no tenga amigos tan extraños.

La bruja pelinegra sonrió por el comentario de Lily.

—Es en serio —aseguró Lily, y se volvió a sentar junto a Scarlett, agarró un libro de Encantamientos de quinto año y se dispuso a leer, pero no podía concentrarse del todo porque estaba preocupada por la actitud de Sirius.

***

Hermione caminaba por los pasillos del imponente castillo, tenía a su hijo en su portabebés cerca de su pecho, se había abrochado bien la túnica para cubrir a su hijo del frío, ya que por las tardes solía ponerse más fresco.

Reencontrándome con el Amor , pero en el PasadoWhere stories live. Discover now