Capítulo 12: Recuperando el Mapa del Merodeador

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—Maslow —lo llamo Regulus Black, con una voz tan arrogante e engreída, como la suya misma en sus primeros años en Hogwarts.

El rubio se volvió lentamente hacia su tío. Lo encontró serio y con los brazos cruzados sobre su pecho. Demasiado soberbio. Demasiado Black.

—¿Qué quieres? —espetó Draco en el mismo tono de voz.

Regulus Black, un adolescente alto, de cabellos negros que le llegaba a la barbilla, pálido, ojos grises. Era muy parecido a su hermano, pero él era más serio, siempre con esa pose recta.

Black frunció el ceño, dejo caer sus brazos a sus costados y se acercó a él.

—Mañana puedes hacer la prueba para el equipo de quidditch —y sin dedicarle una última mirada, Black dio media vuelta, dispuesto a alejarse de su nuevo compañero de casa.

Pero Draco no se lo permitió, y acordándose de como molestaba a Potter, decidió molestar ahora a su tío.

—Te daría las gracias, pero tú no eres el capitán del equipo... así que paso —siseó, y sonrió de lado cuando vio a Regulus detenerse golpe—. Dime una cosa, Black, ¿desde cuándo te convertiste en la lechuza mensajera de Talkalot? —suspiró negando con la cabeza—. Desde que me eligieron para la casa de Slytherin, supe que los de esta casa eran ambiciosos, astutos, con determinación... pero nunca creí que hicieran trabajos de mensajería... que equivocado estaba... —dejo escapar un teatral suspiro.

Regulus se volvió hacia Draco con la varita en la mano, apuntándolo.

—Repite eso, Maslow —lo retó.

Pero Draco solo rió con suficiencia.

—Piensas atacarme, Black. ¡Adelante! —el rubio abrió los brazos, esperando sonriente el hechizo.

Regulus apretó con más fuerza su varita. Quería atacarlo, en verdad quería hacerlo. Nunca nadie lo había ofendido de esa manera —bueno, a excepción de su hermano. Pero él no importaba ahora—. Estaba a punto de lanzarle un Despulso, pero lo desconcertaba enormemente que Maslow no intentara defenderse. ¡Por Merlín! Ni siquiera había sacado su varita.

—Aún sigo esperando —dijo Draco burlonamente.

El aire frío de invierno azoto el rostro de ambos Slytherin. Y no era para menos, estaban cerca al Lago Negro, pero estos ni siquiera de inmutaron, muy acostumbrados al clima frío.

Regulus miraba extrañado a Draco. ¿Por qué no se defiende?, se preguntaba.

Y no supo cómo ni en qué momento bajo la varita.

Draco bajo los brazos, miró por última vez a su tío y empezó a caminar hacia su siguiente clase: Aritmancia.

Lo había conseguido, había desarmado a Regulus, sin siquiera haber sacado la varita. Él había estado estudiando a su tío, desde que lo siguió al campo de quidditch —de eso ya una semana—. Y se había dado cuenta de que Regulus parecía ser frío, prepotente, orgulloso, arrogante... incluso cruel, pero todo era solo una máscara — y él sabía muy bien de máscaras—, era como si se quisiera resguardar de algo. Aunque no sabía exactamente que era ese «algo», podría intuir que se trataba de su familia, y no precisamente del desadaptado de su hermano.

Quizás Granger tenga razón, pensó.

***

—Ah —exclamó Lily llevándose una mano al corazón.

—¿Sucede algo, señorita Evans? —preguntó el profesor de Aritmancia con cierta molestia por haber interrumpido su clase.

—No, nada, profesor.

Reencontrándome con el Amor , pero en el PasadoWhere stories live. Discover now