Capítulo 4: Debes ganarte la confianza del profesor Snape

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—Señores Potter, Black, Lupin y Pettigrew. ¿Y esta vez que hicieron? —preguntó Dumbledore a los cuatro chicos que tenía frente a su escritorio.

—Eh... —empezó a hablar el chico castaño, pero fue interrumpido por sus dos amigos de cabellos oscuros.

—Nada.

—¿Nada? —repitió Dumbledore con suspicacia.

—Bueno... —dijo nuevamente Remus, pero otra vez fue interrumpido.

—Nada malo —dijo Sirius.

Dumbledore los miró con sus ojos azules brillantes a través de sus lentes de media luna.

—Bueno, no tan malo —dijo James con una sonrisita traviesa.

—¿Qué tienen que decir ustedes, señores Lupin y Pettigrew? —preguntó el director.

—Sí... ellos tienen razón no fue tan malo —mintió Remus, mientras Peter asentía.

—Y si estamos aquí es por culpa de Snape, que no se aguanta nada —agregó Sirius.

—¿El señor Snape? ¿Qué le hicieron? —preguntó el director.

—En verdad no le hicimos nada —dijo Sirius.

—Entonces, si no hicieron nada, ¿por qué están aquí, en mi oficina? —volvió a preguntar Dumbledore.

—Bueno, la profesora McGonagall nos mandó aquí —dijo Peter.

—Pero no creo que Minerva los mandara aquí solo porque se le dio la gana, algo han hecho —dijo Dumbledore entrelazando sus manos sobre la mesa.

—Nosotros no tuvimos la culpa de que a Snape le callera encima el moco de troll que guardábamos en nuestro escondite secreto —dijo Sirius.

—Y debo suponer que ese "escondite secreto" estaba encima de una puerta, ¿cierto? —dedujo Dumbledore.

Los cuatro chicos se miraron prácticamente afirmando lo que había dicho el director.

—Tal vez —dijo James.

—Pues lo siento mucho, muchachos —dijo Dumbledore dando un suspiro—. Pero me temo que tendrán que pasar las tardes ayudando a Madame Parks a limpiar y colocar en su sitio todos los libros que queden en las mesas de estudios.

James y Sirius pusieron cara de pesar, Remus asintió avergonzado y Peter solo miraba a sus amigos, pero captando la orden de Dumbledore.

—¿Por cuántos días? —preguntó Sirius.

—Por tres días empezaran desde hoy día en la tarde —los cuatro asintieron—. Ahora regresen a sus clases.

***

—Sí que estaba enojada —comentó Marlene a Lily y Hermione.

Las tres se dirigían a su siguiente clase. Encantamientos.

—¿Y qué esperabas, Marlene? —dijo una Lily también enojada—. Que estuviera feliz después de como quedo Snape.

—Bueno, pero esta no es la primera vez que molestan a Snape —dijo la rubia, recordando las otras veces que Snape también había sido víctima de las bromas de los merodeadores.

—¿Los estas defendiendo? —preguntó Lily, sobre parándose para mirar a la rubia.

—Claro que no —alegó Marlene—. Sobre todo cuando me doy cuenta que todo está bromita fue idea del idiota de Black.

Lily rió sarcásticamente.

—No lo planeo él solo, Potter también tuvo que ver —dijo Lily, con el ceño fruncido—, los únicos verdaderos inocentes serian Remus y Peter, ellos solo acompañan a ese par y por eso se meten en problemas. Pero ya vera Potter cuando me lo encuentre.

Reencontrándome con el Amor , pero en el PasadoWhere stories live. Discover now