Reencontrándome con el Amor , pero en el Pasado

Capítulo 3: Primer Encuentro

—¿Dónde estuvieron anoche? —preguntó Marlene a James, Remus y Peter, sentados en el sofá que estaba frente a la chimenea de la sala común escarlata y dorado.

—¿Por qué? No me digas que nos extrañaste, o mejor dicho me extrañaste —dijo un risueño Sirius en el oído de la rubia, sobresaltándola.

Marlene dio un salto por la sorpresa de escuchar esa voz tan molesta para ella en su espalda. Pero luego la rubia giró y se encontró con los ojos grises del animago.

La chica lo miró con enojo, pero Sirius seguía con esa sonrisa coqueta.

Los otros tres chicos sonreían ante la escena.

—Black —gruñó la rubia.

Sirius seguía sonriendo, cosa que molestaba más a la rubia.

—Buenos días, Mar —saludó el ojigris.

—No me llames así, mi nombre es Marlene no "Mar", pero para ti soy McKinnon —le aclaró la chica, con verdadero enojo.

Pero eso no parecía enojar a Sirius, es más sonreía con mucha más ganas.

—Pero Marlene o McKinnon es muy largo, prefiero Mar —dijo Sirius.

James no lo pudo evitar y termino soltando una risotada por el descaro de su amigo.

La rubia se giró para mirar a James con el mismo semblante enojado con que miraba a Sirius.

—¿Sabes qué? —dijo la chica, pero nadie contestó, así que prosiguió—, mejor me voy —y sin esperar la respuesta de los chicas la rubia empezó a caminar hacia la salida de la sala común, pero una voz la sobre paro.

—Espera, Marlene. ¿Dónde está Lily? —preguntó James.

La rubia se giró para mirar al chico de lentes redondos y sonrió.

—Esta con Remus —y nuevamente sin esperar respuesta dio media vuelta, y esta vez nadie la paro, pero los cuatro chicos se quedaron sorprendidos.

—¿Conmigo? —preguntó el chico de ojos ambarinos.

—Creo que ya la enloqueciste, Canuto —comentó James, mientras que el chico bajito y regordete asentía.

Un momento después Lily Evans baja las escaleras con parsimonia, James la mira embobado esos brillantes ojos verdes, que parecen dos esmeraldas, y esa hermosa sonrisa.

—Ya lo perdimos —comentó Sirius dramáticamente, Remus y Peter sonrieron, pero James no lo escucho, estaba más preocupado en observar a su novia.

—Lily, pelirroja de mi corazón —dijo James melosamente cuando la chica ya estaba cerca a los cuatro chicos.

James beso en los labios a Lily, sin importarle tener a sus amigos de espectadores.

—¡Oh, por favor! —dijo Sirius con molestia al verlos.

—¿Desde cuándo te molesta los besos, Sirius? —le preguntó Peter.

—Me molesta cuando yo no tengo con quien besarme —respondió el ojigris.

La pareja dejo besarse.

—¿Dónde estuvieron anoche? —fue lo primero que preguntó Lily, viendo sospechosamente a los merodeadores.

—Pues... —empezó James con una sonrisa traviesa.

—No habrán estado haciendo algunas de sus bromas, ¿verdad? —los cuatro chicos se miraron—, ¿saben qué? Mejor no me lo digan, no quiero saberlo —hizo una pausa—. Se perdieron la selección de dos nuevos alumnos.