Capítulo 5.

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Un día nuevo comenzaba y con eso un día más de este encierro que no sé cuánto duraría

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Un día nuevo comenzaba y con eso un día más de este encierro que no sé cuánto duraría. Pasé toda la noche despierta tratando de pensar en una manera de poder escapar de aquí, las opciones eran mínimas considerando que no tenía nada que pudiera ayudarme. Dormí tan solo una o dos horas ya que había tenido una horrenda pesadilla de la cual ya no había logrado volver a conciliar el sueño así que me quedé mirando el techo hasta que supuse que ya había amanecido, las esposas ya estaban molestándome de más contando que mis manos estaban comenzando a cansarse gracias a la posición en la que se encontraban; traté de acomodarme pero fue una tarea inútil ya que siempre volvía a la misma posición de antes.

La puerta de la habitación se abrió, y el repentino sonido de la madera gastada que hizo al abrirse me sobresaltó un poco, él traía en sus manos bolsas, trapos, un trapeador y un recogedor de mano, la comida que me iba a dar ayer la tiró por el enojo, así que iba a limpiarla.

—Buen día —traté de hablarle, tenía hambre, sed y ganas de ir al baño, él no me respondió —Disculpa, ¿Podría ir al baño? —pedí, él me miró por un par de segundos donde parecía que me lo negaría pero después se acercó a mí y me quitó las esposas.

—Bueno, haz tus necesidades y vuelve a la cama —ordenó, desabroché mi pantalón y cuando estaba por bajarlo mi mirada subió a la de él, quien no dejaba de mirarme.

—No puedo hacer si me estás mirando —negó, su vista no se quitaba de mí, sin más, rápidamente bajé mis pantalones y mi ropa interior, sentí un enorme alivio al orinar. Al terminar, subí mi ropa y sentí como él se acercaba a mí, me llevaba nuevamente hasta la cama y cuando estaba por alzar las manos —¿Me podrías cambiar de posición? En verdad me duelen los brazos y hombros, por favor —supliqué y él asintió, me tomó de las muñecas y las ató a los costados de la cama, mínimo ya tenía los brazos abajo —¿Me podrías dar agua? —hablé de nuevo y él pareció molesto con tanta petición —Perdón, no quería molestarte —me miró a los ojos y con una mano acarició mi mejilla

—No eres molestia, mi amor —dijo mientras caminaba hacia la puerta, salió y unos minutos después volvió a entrar —Aquí está —me tomó de la barbilla con delicadeza y me acerco el vaso a los labios.

—¿Puedo saber tu nombre? —pregunté después de tragar el agua, debía descubrir si él era Henry.

Él esbozó una sonrisita cómplice.

—Mi amor, soy Henry —dijo él como si fuera demasiado obvio.

Bien, duda aclarada: si era Henry.

Objetivo: Salir de aquí antes de que las voces de las que me habló Clara le dijeran que me asesinara.

Entonces, volví a soltarle otra pregunta tratando de que mi voz no fallara en el intento.

—¿Puedo hacerte más preguntas sin temor a que me vayas a golpear? —necesitaba asegurarme de que cumpliera con su palabra, nunca antes había sido violentada por nadie —ni siquiera por mis padres— y no quería que esa horrible experiencia se repitiera.

31 Días [COMPLETADA ✔]Where stories live. Discover now