31 Días [COMPLETADA ✔]

Capítulo 6.

Abrí mis ojos pesados.

Tres días, pensé, llevo aquí tres días.

Me levanto y me dirigí al inodoro, hago mis necesidades y escuché los pasos en las escaleras, rápidamente subí mis pantalones y la puerta se abrió, Henry traía la charola de comida.

—Buen día —saludó dejándome la comida, yo me dirigí a la cama y tomé el plato con cereal, había un sándwich y una manzana.

—Buen día —hablé, mi mirada calló a un lado de la charola: ahí estaba mi libro —¡Oh! Trajiste mi libro —él asintió.

—Sí, para que ya no estés molestando —rodó los ojos.

—Gracias —dije mientras comenzaba a comer, él solo me miraba mientras comía— ¿Puedo preguntarte algo?

—Supongo —se encogió de hombros.

—¿Por qué dejaste la carrera de medicina? —su expresión cambió a una seria.

—Desayuna, eso ya no importa —lo miré mal.

—Cuéntame, cuéntame sobre Lauren.... Perdón, cuéntame sobre mí —él me miraba vacilante.

—Tal vez después —dijo, yo solo asentí, tome mi manzana y comencé a comerla.

—¿Dónde estamos? —pregunté, él rodo los ojos.

—Ya cállate, me haces desesperarme —asentí, simplemente tome mi libro y comencé a leer la contraportada, sentí su mirada intensa sobre mí—. Dejé de estudiar desde el incendio.

De acuerdo, ¿Por qué no me sorprendió su respuesta? Sinceramente ya me esperaba algo así, sin embargo, sólo conocía la versión de la historia desde la perspectiva de Clara, pero no desde la de Henry. Así que con una fingida incredulidad, pregunté:

—¿Qué incendio?

—El que pasó en tu antigua casa, cuando vivías con tus papás —me miró a los ojos—. Hace dos años la casa de tus padres se incendió, ellos murieron y me dijeron que tú también habías muerto, pero obviamente no lo creí y te busqué.

—¿Qué provocó el incendio?

—Hubo un apagón, tu madre dejó varias velas encendidas en casa, todos se fueron a dormir y el incendio se provocó en la madrugada —dijo con pesar, parecía triste, muy triste—. Bueno, eso dijeron las autoridades, pero entre los cuerpos calcinados, no estaba el tuyo, por eso supe que estabas viva.

¿Qué? ¿No estaba el cuerpo de Lauren? De acuerdo, no debía confiar del todo en Henry estando consiente de los problemas mentales que poseía, así que traté de mantenerme tranquila.

—¿No estaba? —pregunté curiosa.

—No, solo estaban el de tus padres y hermanito, el tuyo no, pero la policía ya te había dado por muerta, por eso me dediqué a buscarte, deje la escuela. Le pedí a papá que me ayudara pero después de unos meses él me dejo solo y me pidió que lo superara, me negué, debía encontrarte —esbozó una sonrisa, después, me miró—. Y míranos ahora, lo logré, te encontré, en aquella tienda de antigüedades —yo me sorprendí, se refería a la tienda de mi tía Olivia en donde yo trabajé en el verano mucho antes de que me mudara a Carolina del Norte.