Capítulo 23

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¡Feliz día EXO-L!❤️

Dicen que uno nunca está preparado para ser padre, uno aprende con los años, cada lección y experiencia va quedando en nosotros, haciéndonos sabios cuando nuestros hijos requieren de nuestra ayuda, buscamos lo mejor para ellos, no queremos que sufran, solo queremos verlos felices y sonriendo, con un corazón lleno de gozo.

Dicen que al ver a tu hijo por primera vez sientes un gran amor, calidez; ves a ese pequeño ser y quieres rodearlo con tus brazos para que nada le pase, que nadie le haga daño,... Ese es el sentimiento más maravilloso que no habías experimentado jamás.

Aquello ChanYeol  lo comprobó con solo mirar a su hijo en brazos de su esposo.

Ya había pasado un día del nacimiento de su pequeño TaeHyung, Park TaeHyung futuro heredero al trono.

Era tan pequeño, su piel rojiza, tenía muy poco cabello y movía levemente sus diminutas manos, a veces dejaba escapar gimoteos que lo hacían suspirar de emoción.

BaekHyun había estado sumamente agotado, la labor de parte fue un poco complicada, pues TaeHyung era un poco más grande de lo que normalmente un recién nacido es.

Cuándo había entrado a la habitación, BaekHyun luchaba contra el sueño, esos hermosos ojos color esmeralda reflejaban su cansancio. Y ChanYeol fue inmensamente feliz cuando su pequeña flor le sonrió como pudo, lo había abrazado y llenado de besos, además de palabras alentadoras y cariñosas, su Reina merecía el universo entero.

—Es tan pequeño, quiero protegerlo de todo.— hablo BaekHyun con una sonrisa dulce, sus ojos desbordaban un amor tan grande, que ChanYeol se sintió un poquito celoso de su hijo.

—Se parece a ti. En su totalidad un mini Baek. — El bajito río por el comentario de su esposo.

—Basta con eso Chan, no sigas. — la voz de Baek se oía cansada, por lo tanto, el alto tomó en brazos al pequeño TaeHyung para colocarlo en la cuna, la cual se encontraba al lado de la cama matrimonial de los reyes.

—Tienes que descansar, ven— hablo esta vez el alto cuando estuvo en la cama con los brazos abiertos para recibir en ellos a su Reina, quien gustoso se refugió en su esposo para dejarse llevar por el cansancio.

[...]

JongDae no se sentía cómodo, se sentía frustrado y hasta triste; dolía no poder abrazar a su esposo y solo ver de lejos a su hijo. Aún recuerda cómo su Minseok se había alejado de él, además de eso le había prohibido hablar o tocar a Key hasta que no enmendara sus acciones y palabras.

—Los extrañas. —aseguró JunMyeon sin dejar de preparar la masa para pastel.

—Callate, no estoy de humor. — SuHo esbozo una media sonrisa y se encogió de hombros.

—Ya falta poco, podrás regresar con tu familia, no te preocupes Jong.

Aquello le dio un escalofrío nada agradable a Chen, miró con horror al que ahora era chef, yendo y viniendo como si nada lo perturbase la conciencia.

Jongdae iba a contestar pero en ese momento entró el Rey animado, tarareando una canción de cuna; el corazón del bajo se apretó al tener el conociendo que aquella felicidad sería efímera, ni hablar de su majestad la Reina, ¡Oh Dios! Dolía callar lo que ocurriría.

—SuHo, prepara un panecillo con mermelada de fresa para tu Reina, también un jugo de mango, por favor. — ordenó ChanYeol sin mirar al que una vez considero de su familia.

—Como ordene su Majestad, lo prepararé ahora mismo. — el alto satisfecho con la respuesta dio media vuelta y se retiró. —Mas te vale mantener tu boca cerrada JongDae, ellos son capaces de todo, son peligrosos, tú mismo lo sabes, casi matan a tu hijo, ¿O te lo tengo que recordar? Haz tu parte y todo volverá como antes.— la voz maquiavélica de SuHo en una clara advertencia no le gustó ni un poco.

Mi Rey [ChanBaek]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt