Capitulo 10

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BaekHyun había estado con resfriado, su nariz se ponía roja cuando estornudaba, sus ojitos lagrimeaban, su rostro se desformaba cuando tosía.

JongDae se había esmerado esos días en hacer sopa de pollo especialmente para el príncipe de ojos esmeraldas. BaekHyun le agradecía siempre con una sonrisa y le prometía que cuando se recuperase él prepararía una dulce para el esposo del consejero real.

ChanYeol no se había apartado de su prometido, lo cuidaba con dedicación, KyungSoo solo ayudaba en lo que el príncipe Park le permitía. A KyungSoo se le hacía tierno que Park cuidara tan cuidadosamente a su alteza, podía ver que el próximo rey sería un buen esposo para su amo, podía estar tranquilo.

Tao visitaba a su "mamá" por las mañanas y después se retiraba de la alcoba para ir al jardín con BaekHee, BaekHyun no le permitía que se quedase más tiempo del necesario ya que podría contagiar a la pequeña.

Ya había pasado un mes, un mes lleno de sorpresas para BaekHyun por parte de ChanYeol, el bajito se enamoraba cada día por los detalles que el príncipe Park tenía para con él. Era especial cada cosa, ChanYeol le llamaba desde semanas atrás mi reina, algo que le sonrojaba, porque cuando el alto se lo decía sus ojos le transmitían todo el amor que sentía.

LuHan no había hecho más escenas, siquiera se había metido con Byun o con KyungSoo, y eso era algo que inquietaba a ChanYeol, él más que nadie sabía que cuando el marqués estaba tranquilo era de temer, algo se traía entre manos, pero, quizás y ya había aceptado que se casaría con su hermano.

Algo que había sorprendido a todos en el castillo, hasta a BaekHyun, era que ChanYeol había decidido que dormiría con su prometido en la misma habitación y cama. La primera noche BaekHyun estaba nervioso de que el alto intentará algo más allá, pero para su sorpresa, ChanYeol sólo beso sus mejillas, le deseo buenas noches y lo abrazo pegándolo a su cuerpo.

En el castillo todos pensaban que los próximos reyes ya habían intimado y eso era algo que tenía al pequeño marqués hecho una furia, no solo eso, si no que su despertar siempre eran náuseas y mareos.

BaekHyun se recuperó con los cuidados de todos los miembros de la familia real, hasta del chef y el consejero real.

Esa tarde todos estaban en la sala, escuchaban al chico de ojos verdes tocar una hermosa pieza en el piano, llamada River Flows In You. Todos estaban tan sumidos en las notas que BaekHyun tocaba, su sutil tocar hacía a todos delirar de paz, las notas del piano hacían eco en el el castillo.

ChanYeol miraba a BaekHyun como si fuera la joya más valiosa o como si fuera lo más precioso de todo Corea, porque para el alto así lo era, Byun ante sus ojos era el ser más precioso que pudiese existir, él bajito era y sería siempre su reina. Amaba ver a su prometido sonrojado, amaba ver sus ojos brillar cuando paseaban de la mano por el jardín, amaba ver los ojos emocionados de su prometido al leer una carta del rey de Japón, amaba ver sus ojos destilar amor cuando él lo sorprendía con sorpresas o elogios, él haría cualquier cosa por BaekHyun, aún si eso fuera dar su vida, él lo haría.

Cuando BaekHyun terminó de tocar tan hermosa pieza, todos aplaudieron, Byun sonrió con las mejillas levemente sonrojadas, agradeció y se sentó al lado de su prometido, este tomó su mano y depósito un beso en ella.

El vestido gris que BaekHyun portaba ese día era elegante, hacía contraste con su piel, sus dedos y orejas eran adornados por joyas de plata, su corona era de diamantes, deslumbraba a cualquiera que viera a su alteza BaekHyun.

La reina An Ji Young se acercó a su futuro yerno y su hijo, les sonrió, miró su mano, más específico su anillo, con nostalgia, se lo quito, tomó delicadamente la mano derecha de BaekHyun y colocó el anillo en el dedo cordial.

Mi Rey [ChanBaek]Where stories live. Discover now