33. Verdades

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—¡Ugh! ¡Qué descaro! —gruñó Allison—

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—¡Ugh! ¡Qué descaro! —gruñó Allison—.  Una cosa sale mal y se pone hostil. ¿Acaso no me conoce? No, Ray, me conoces a la perfección, solo que no puedes manejarlo. ¡Lo estoy protegiendo!

—¿De qué? —preguntó Klaus fumando su cigarrillo.

—Del fin del mundo, para empezar —contestó terminando de cortarme las puntas del cabello.

—¿En serio llegará en seis días? —preguntó Vanya.

—Fue cierto la última vez, e hicimos todo lo posible para detenerlo. —le contesté.

—Oigan, ¿no sería raro que Cinco fuera supersensual de grande? —la chicas miramos raro a Klaus pero no creo que sea raro, admito que Cinco es muy lindo.

—Iugh. —soltó Allison.

—Oh perdón, señorita amante de Luther.  —reí ante lo que dijo Klaus.

—Ni siquiera nos hemos besado, no como tú y Aphrodite. —buen punto.

—Eramos niños, ustedes siguieron hasta adultos. —dije.

—Exacto, y se hacen ojitos. —bebió de su ron.

—¿Somos todos hermanos, no es cierto? —preguntó Vanya confundida ante lo que acabábamos de decir.

—Pues, legalmente sí...—respondí.

—Si tienes que decir “legalmente”, ya estás en problema. —dijo Klaus entre risas.

—A ver, ¿podemos concentrarnos? —interrumpió Allison —. No vamos a salvar al mundo esta noche, pero tal vez podríamos intentar salvar mi matrimonio.

—¡No! —negó Klaus volviendo a llenar su botella—. No, porque sería como preguntarle a una monja cómo cogerse a alguien. ¿Quién de nosotros sabe un carajo de relaciones? ¿Ella? Está enamorada en secreto de una granjera. ¿Aphrodite? Está enamorada de alguien que ya está hecho huesos.

—Se llama Sissy.

—Al menos es mejor que su interés amoroso anterior, el un asesino serial —Vanya soltó un exaltado y confundido “Qué” —. Mientras tanto, yo me desvelo por un soldado que técnicamente aún no conocí, y Luther ama a su hermana.

—Okey, ya lo dije, no somos hermanos biológicos.

—Admítelo, la relación más saludable de esta familia fue la de Cinco y el maniquí que se cogía —eso es cierto—. Lo único que la Academia Umbrella sabe sobre el amor —alzó su botella de ron— es como cagarla.

Genial.

—¿Cómo hacen para manejarlo? —preguntó Vanya.

—¿Qué cosa? —le pregunté.

—Todo. Lo de viajar en el tiempo, ver muertos, el fin del mundo.

—Yo me drogo mucho. Aphrodite...ella le vale todo —también es cierto— y mi querida Allison, ella se miente a sí misma —la morena le tiró un taburete—. Y tú reptiles todas tus emociones bien adentro, hasta que haces estallar todo al carajo.

—Sí, me gustaría no hacerlo más.

—Bueno, tienes seis días, hermana.

—¿Y qué haremos en seis días? —preguntó Allison.

—No lo sé, pero ya tengo hambre —me levanté de mi asiento—. ¿Quieren una dona?

—Mermelada. —pidió Allison, aunque ya sabía que estas eran sus favoritas.

—Arequipe. (Arequipe es dulce de leche en Colombia)

—Chocolate.

Asentí para después salir de la tienda y dirigirme al lugar más cercano donde vendieran donas, llegué y entré pedí las donas pero decidí comerme la mía en el lugar —y porque también me comería dos y no quería compartir—, la pedí junto con una gaseosa.

Me senté en el lugar más cercano a la puerta y comencé a comerlas mientras analizaba el lugar, ya cuando iba por la segunda un mesero se me acerca para entregarme las donas que eran para llevar.

—Aquí tiene sus donas, señorita. Serían doce dólares.

Yo conozco a la perfección esa voz. 
Rápidamente miré al mesero y dejé caer mi bebida encima mío a causa del shock que me encontraba.

Sus ojos, su boca, su cabello, su piel. ¡No podían ser más idénticos!

—Yo...yo la conozco. —murmuró el chico antes de desmayarse.

❪...❫

—Estará bien, solamente se desmayó por el shock. —trató de tranquilizarme Allison.

Después de que el chico se desmayara hice creer a los presentes de que conocía al chico y que lo llevaría a mi casa, fue muy fácil convencerlos pero no cargarlo hasta la casa.

—Oye, ¿y mis donas? —preguntó Klaus.

—Se me olvidaron en el lugar.

No me dolía haberlas olvidado pues a causa de todo ese show no alcancé a pagarlas.

—Qué mal, me quedé con las ganas de comer donas. —Klaus hizo un puchero.

—Te prometo que más tarde volveré por ellas. —dije a lo que su puchero cambió por una sonrisa esperanzada.

—¿En dónde estoy? ¿Qué me pasó? —respondió el chico bajando las escaleras con una de sus manos sobándose la cabeza por el golpe que se dio al desmayarse.

Me levanté del comedor y caminé lentamente hacia él dispuesta a contarle todo pero ¿cómo lo haría sin hacer que todo suene como una locura?

Siento que este capítulo no fue tan bueno y más si se trataba de la aparición de Gilbert en 1963 :"c ¿Ustedes qué dicen, borro el capítulo y esperamos un poco más?

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Siento que este capítulo no fue tan bueno y más si se trataba de la aparición de Gilbert en 1963 :"c
¿Ustedes qué dicen, borro el capítulo y esperamos un poco más?

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