La pequeña Hargreeves siempre había creído que viajar al pasado no sería tan complicado como lo mostraban las películas, simplemente era cuestión de ser prudente.
Eight se sorprendió al ver cuan equivocada estaba respecto a eso. Era difícil mantene...
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Había conocido en el transcurso del camino a otra amiga de Diana, Ruby. Es una agradable y hermosa chica.
Veníamos riéndonos, me he llevado muy bien con la rubia, ya hasta la podía considerar una amiga junto con Anne. Claro.
Llegamos a la escuela, pero quedé extrañada al ver lo pequeña que era. Jamás había conocido una verdadera escuela en mis tiempos, pero estoy segura que no debería de ser así de pequeña.
Pero qué más da, estoy en una época en la que la mujer somos sumisas y las personas de color son discriminados.
—¿Han visto lo alegres que son los arroyos? Siempre se están riendo. —dijo Anne.
—Qué dulce. —dice Diana.
—Lo sé.
Nos acercamos a un arroyo donde nos encontramos con dos chicas más.
—Chicas, les presento a mi prima: Aphrodite Kim. Vino de Corea. —me presenta Diana —. Aphrodite, ellas son mis amigas: Tillie Boulter y Josie Pye.
—Es un gusto conocerlas, chicas. —saludo, ellas me devuelven el gesto.
Nos agachamos para color nuestra leche en el arroyo entre risas, pero en el momento siento que me levantan parte de la falda y escuchaba las carcajadas de unos chicos. Me volteo furiosa para verlos.
Pero lo que me parece extraño es que las chicas se reían, excepto Anne. Que estaba igual que yo, furiosa.
—¡No vuelvan a tocarme! —grita la pelirroja
—No se molesten. Los chicos son así, les fascina molestarnos. —dice Diana.
—Pero eso no está bien. Merecemos respeto, Diana. Levantar la falda de una mujer no está bien. —le digo, a lo que ella queda pensativa.
—¡Una falda no es una invitación! —les dice Anne. A lo que los chicos seguían riendo, pero al notar mi presencia dejan de hacerlo.
—¿No nos van a presentar a la nueva? —pregunta el bufanda verde.
—Soy Aphrodite Kim, la chica que te pateará el trasero si sigues creyendo que la falda de una mujer es la invitación de levantarla sin su consentimiento. —murmuro furiosa y apretaba mis puños para no exponer mis poderes.
¿Cómo es que las niñas de esta época permitían eso?
❪…❫
Me había colocado entre Diana y Anne ya que no había más asientos, el profesor no se había percatado de mi presencia aún, pues estaba muy concentrado escribiendo sobre la pizarra.
—Silencio, todos. —ordenó el quisquilloso profesor.
Las chicas hablaban entre ellas, yo tan solo rogaba porque llegaramos a "casa" para quitarme estás calurosas prendas. Hacía demasiado calor, no sé cómo es que se aguantan esto.
—¿De qué están hablando? —preguntó mientras llegaba Josie.
—Anne nos invitó a una tarde de juegos. —le contestó Ruby.
—¿Fueron todas? ¿Hasta la china? —preguntó algo enojada, cuando estaba por replicar ella volvió hablar —. ¿Una tarde? ¿Sin chicos? Yo soy muy madura para esas diversiones tan infantiles.
Una vez que se fue cada una se acomodó en sus asientos.
—¿Desde cuándo una mujer tiene que divertirse solamente cuando los chicos están presentes? —pregunté descorsentada.
Cuando estaba en la academia, me divertía con Allison sin necesidad de que los chicos estén presentes.
—Veo que hay una nueva estudiante. —¡Al fin se da cuenta de mi presencia! —levantate.
Le hice caso y murmuró algo con asco, cosa que no alcancé a escuchar.
—¿Cuál es tu nombre? Sí me entiendes, ¿Cierto? ¿o debería hablar chino? —fruzco el ceño enojada.
—Entiendo a la perfección lo que dice, señor. —respondo —. Y soy Aphrodite Kim.
—Como sea. Resuelvan eso.
Era cosa de cuarto grado, por supuesto que lo resolví en un momentico. Era puro perímetro. Mamá Grace nos lo enseñó cuando teníamos doce años. Mi mellizo y yo éramos los mejores.
¿Qué estará haciendo en estos momentos Ben (número seis)?
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