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Cuando Anna cerró la puerta tras su espalda, lo único que hizo fue correr hacia la entrada principal de la gran residencia de Styles.

En ese momento no le importó en lo más mínimo que sus pies estén descalzos, que su ropa esté en sus brazos y que sus manos busquen con desesperación su celular para pedir un uber.

No le importó absolutamente nada.

Harry por otro lado se limitó a mirar su puerta, con la vista nublada mientras dejaba que sus lágrimas corran por sus mejillas hasta perderse en el mismo suelo.

Estuvo así por cinco minutos, analizando y tratando de entender que su relación con Annabelle Tanner había llegado a su fin.

Sus pies simplemente no reaccionaba y su mente no hacía más que reproducir los miles de momentos bonitos que vivió junto con quién ahora era su ex novia.

Cuando logró salir de su trance, se percató de las llaves del auto que estaban sobre la mesa se adorno del pasillo, las cuales correspondían al auto que él le había regalado para navidad.

Supo entonces que Annabelle hablaba muy enserio cuando dijo que no lo volvería a ver nunca más.

Así pasó el día.

Harry lloró en la soledad de su casa.

Y Annabelle lloró en su departamento.

Ambos sacaron toda la pena acumulada en un llanto desconsolador que parecía no tener fin. Harry por su lado odiaba estar experimentado el mismo sentimiento que años atrás, el que lo dejen solo, el que siempre lo culpen por tener tanto miedo a amar.

Y Anna estaba experimentado la peor de las sensaciones al sentir que era una persona incapaz de merecer amor. Sentía que por que más que trataba, simplemente no era suficiente.

Pasaron los días y entonces la salida de Elliot junto con Anna se concretó.

Por supuesto que ella fue una experta en mentir y decir que todo marchaba de maravilla.

Por otro lado Harry volvió a Estados Unidos a seguir con los suyo. Sus salidas con amigos se hicieron más frecuentes, así como también el consumo de ciertas sustancias.

Nada peligroso ni fuera de control.

Un buen porro de vez en cuando no le hacía mal a nadie. Pensaba él.

Annabelle siguió en lo suyo: trabajo, gimnasio y video llamadas con Sarah. A veces con Mitch. Perdió completamente el contacto con su padre y con su primo, quienes ella consideraba la única familia que tenía. Estaba perdiendo todo. Incluso a ella misma.

Ambos siguieron sus vidas. O al menos eso intentaron.

Hidden » H.S (2)Onde histórias criam vida. Descubra agora