El esposo ideal - Namjin

Prólogo

Toda mi vida he sido el segundo, el reemplazable, mi existencia se resumía en ser siempre el chico sin relevancia, a pesar de la posición socioeconómica que poseía mi familia.

 Parecía que al resto no le importaba, y eso se debía a algo. 

O, más específicamente, a alguien.

Kim Namjoon, el hijo prodigio de la familia Kim.

Él acaparó toda la atención de la gente, siendo el único hijo de esa familia, una de las más reconocidas en Corea del Sur.

Y yo, Kim SeokJin, a pesar de llevar el mismo apellido, no compartíamos la misma suerte.

Yo provenía de una familia de la alta sociedad, sin embargo, nosotros no éramos considerados de ese rango para la élite. Según ellos, nuestra empresa era inferior e irrelevante en comparación con la otra familia Kim.

Y Namjoon se encargaba de recordármelo.

Toda mi vida había sido agredido por Kim Namjoon.

Ambos asistimos a la misma escuela privada, desgraciadamente.

Cuando sentía que podría ser popular, Namjoon llegaba para acaparar toda la atención.

Todo giraba en torno a él, Kim Namjoon, el niño más popular y carismático de toda la escuela.

Simplemente lo odiaba, detrás de esa apariencia amable frente a todos los adultos, existía un ser malévolo, él más que nadie lo sabía.

Cuando eran los recreos de preescolar me quitaba mi almuerzo, me golpeaba y hasta metía mi cabeza en los inodoros de la escuela.

En la primaria las cosas empeoraron, Namjoon me obligaba a hacer sus tareas, e incluso me humillaba públicamente.

Nadie se arriesgaba a decir nada, ya que todos sabían que no era conveniente defender al "puerquito" de Namjoon.

Hasta que un día, en mi época de secundaria, confronté a Namjoon después de enterarme de que mi novia me dejó para salir con él.

Ese día lo golpeé, y grité muchas cosas, no recuerdo con claridad todo, pero había algo que recordaba perfectamente, aquellas palabras que dije ese día habían quedado marcadas en mí.

— ¡Te juro Kim Namjoon, que me recordarás toda tu vida!, ¡Voy a tener una empresa más reconocida que la tuya, tendré la empresa financiera más grande del mundo, seré un gran alfa, y tú rogaras que te de un empleo!, ¡Lo juro, pagarás por todo lo que me has hecho desde el primer día de clases!.

Ese día lo recuerdo con odio, después de declarar la guerra con Kim Namjoon, él simplemente dio una pequeña sonrisa burlona y comenzó a hablar.

— Eso ya lo veremos, te recuerdo que aquí solo eres un simple alumno, si yo lo pido, serás echado de este instituto.

Ese día me miró con desprecio, incluso aún más de lo que yo lo miraba.

— Y no importa cuanto quieras ser mejor que yo, sé que en cualquier momento vendrás conmigo a pedirme un favor, y ese día, sabré que será el inicio de tu gran humillación.

Luego de eso, no recuerdo con exactitud lo que sucedió. Al llegar a mi casa recibí una paliza de mi padre, molesto por haber ofendido a Kim Namjoon.

Por mi "estúpida actitud" según mis padres, se vieron obligados a cambiarme de secundaria.

Mi vida en ese instante había cambiado por un buen rumbo, fui el mejor alumno en mis años de la secundaria y preparatoria. Debía cumplir mi promesa, la que le había hecho a Namjoon, debía superarlo.

En la universidad, sabía que superaba a Namjoon en inteligencia. Él solo robaba los trabajos de los demás, yo lo hacía con todo mi ingenio e intelecto. No había nada que no supiera hacer bien. Lo estaba logrando. Estaba a pocos años de tener la mejor empresa de toda Corea del Sur.

Durante todos esos años, había pensando que mi enfrentamiento con Namjoon había sido el peor día de mi vida.

Pero ese no fue el peor día de mi vida.

El peor día de mi vida fue cuando me enteré que era un omega.