Capítulo 25

1.7K 288 78
                                    

Namjoon

— Felicitaciones a nuestro presidente, por alcanzar que nuestra empresa llegue al top internacional —Dijo Jackson, alegremente, sirviendome un vaso de whisky en el proceso.

Todos los demás aplaudieron, entre risas y sonrisas atontadas debido al alcohol. Mi estado tampoco era el mejor, pero al menos mantenía mi consciencia un poco fresca, el coraje hacía que el alcohol no hiciera efecto en mí, a pesar de haber tomado más de diez vasos seguidos.


— Tú decides Namjoon, ¿Qué chica de este bar llevarás hoy para celebrar? —Preguntó Young-Jae, rodeando su brazo en mi cuello, amistosamente.

— No estoy para eso —Dije, tomando un poco más de mi vaso, agachando mi rostro.

En mi mente solo podía pasar la imagen de Seokjin, se veía tan destrozado que me hacía querer protegerlo de cualquier cosa.

— ¿Vas a seguir con lo mismo?, No puedo creer que tú, Kim Namjoon, experto en las conquistas, haya dejado la diversión.

— Yo no quiero a nadie en mi vida, eso es todo.

— Por favor Namjoon, no creas que te trajimos aquí solo porque sí, ¿Por qué crees que no dejamos que Minnie nos acompañara?.

— Idiotas.

— Piénsalo así, Jin no sabrá que le estás siendo infiel, no hay problema alguno, le pagarás con la misma moneda —Dijo Young-Jae, entre risas.

— ¿Qué me estás queriendo decir? —Volteé a mirarlo, era claro la manera en que me lo contaba, como si de un chiste, de muy mal gusto estuviera contando.

— Desde que te casaste con ese Omega no has probado otros, deberías hacerlo, el malagradecido de tu esposo te fue infiel con quién sabe cuántos, aunque, era de esperarse, un Omega así de bonito no podía resultar tan santo.

En cuanto Young-Jae terminó de hablar, solté un golpe en su rostro, tirandolo de la silla donde se encontraba sentado.

Muchos al notarlo dejaron de hablar, creando un silencio.

Me levanté, solo para tomar a Young-Jae de su camisa, con una mirada amenazante, el coraje que sentía no me dejaba pensar, la razón me decía que lo dejara, que era mi amigo al que estaba apunto de golpear, pero la otra parte me decía que era un maldito idiota que se lo merecía, que merecía una lección para que respetara a mi Omega.

— Jamás, en tu vida, vuelvas a hablar así de Jin, o yo mismo me encar¿Entiendes? —Hice una pausa, esperando su respuesta — ¿Qué si entendiste? —Grité, con un sentimiento de coraje en el pecho, Young-Jae no dijo nada, solo me miró, molesto igualmente.

Lo solté bruscamente, haciendo que volviera a caer en el suelo, me levanté, limpiando el polvo de mis rodillas, dando la media vuelta para irme por fin.

— Así mismo, es como golpeabas a tu Omega, ¿Recuerdas? —Sonó la voz de Young-Jae con claridad, el bar completo se había puesto en absoluto silencio debido a la pelea.

No me moví, escuchando lo que Young-Jae decía.

— ¿Qué era Jin?, Ah, cierto, tu cerdito, ¿Recuerdas como nos divertíamos quitándole sus libretas, sus útiles, incluso su mochila?, ¿Cómo nos divertíamos mojando su ropa con pintura?, O mejor aún, ¿Cómo le robaste su única novia? — Young-Jae comenzó a reír en un tono bajo, para luego volver a quedar en silencio — Siempre fuiste un maldito con él, ¿Y ahora te pones a exigir que lo respetemos?, Simplemente no, ¿Cómo respetar a la persona que tú mismo destruiste?, Quizá nosotros nunca hicimos lo correcto al molestar a un niño tan hermoso, aunque solo por fuera, pero, tú tampoco hiciste lo correcto, lastimandolo durante los últimos dos años.

El esposo ideal - NamjinUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum