Capítulo 29

1.8K 257 36
                                    

— Señor Kim.

— ¿Perdón? —Dije, al escuchar como era llamado por uno de mis empleados.

— Disculpe señor Kim, pero, necesitamos saber si el precio debe subir o bajar.

— Ah, bajen el precio a un cinco porciento —Comenté, mirando la tabla que me mostraban.

— De acuerdo señor Kim, muchas gracias —Dijo el segundo empleado, ambos se dieron vuelta, dándome la espalda para irse a la puerta de la salida — Está muy cambiado el señor Kim —Susurró.

— Parece que fue desde que lo dejó el vicepresidente Jin —Aunque susurraban, podía escucharlos como chismoseaban sobre mí, Yujin me miró, esperando a que no oyera nada, pero aunque lo hiciera, tenía una sensación de debilidad, de querer romper a llorar si volvían a mencionar a mi esposo.

Tenía apenas un mes de dejar la empresa, y su ausencia se sentía por todo el lugar, las oficinas ya no olían al café que Jin compraba todas las mañanas, su oficina, dejó de estar llena de su aroma, su perfume natural, que podía cautivar a cualquiera, y por supuesto, él, alguien tan apuesto e imponente, sobresalía en todos los sentidos.

— ¿Necesita algo más señor Kim? —Preguntó Yujin, también a punto de salir de mi oficina.

— Sí, por favor manda estas flores —Apunté, en la mesa donde se encontraban las flores que había comprado para Jin — A la dirección que está escrita en la parte trasera de la nota.

Yujin las miró un par de segundos, para luego voltear a verme —Señor Kim, sé que no es mi deber meterme en sus asuntos, usted es mi jefe y yo soy su asistente, pero si me pide un consejo, no logrará nada con solo mandarle flores al vicepresidente Kim.

Elevé una ceja, confundido por el valor que tomó para decir lo que pensaba.

— Lo que debería hacer, es entregárselas personalmente, no ganará nada con la estrategia que usa, el vicepresidente Kim creerá que él no es tan importante para usted, y eso hará que su conquista con él sea un total fracaso, ¿No lo ha podido ver de esa manera?, Que tonto.

Su tono era de molestia, arrugaba sus cejas y apretaba los puños, con una clara muestra de enojo, una muestra que, al par de segundos, regresó a la normalidad, abriendo un poco los ojos de sorpresa

— Discúlpeme, no fue mi intención decir eso, discúlpeme de verdad.

Negué— No, no te preocupes, en verdad no lo había visto de esa manera, yo creo que seguiré su consejo.

Yujin dió una una pequeña sonrisa nerviosa, esperando seguramente no haber cometido un error.

{        }

—Ah, señor Kim, que alegría poder encontrarlo nuevamente, ¿Viene a ver a su esposo?.

Sonreí al escuchar la palabra "esposo", era un sentimiento agradable en el pecho —Así es señora, ¿Se encontrará en su departamento?.

— Lo lamento, pero salió desde hace unas horas.

— ¿En verdad?, Es una lástima —Lancé leve suspiro de frustración —Señora Kang, ¿Cree que pueda quedarme a esperar a mi esposo?, Quiero darle una sorpresa y no querría que fuese arruinada.

La señora Kang pareció comprender, sonriendo de inmediato — Por supuesto señor Kim, puede esperarlo en su departamento, el tiempo a solas con su esposo es importante —Ella me entregó las llaves del departamento de Jin, sin siquiera dudarlo.

El esposo ideal - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora