XXVI- Todo mal...

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El sol se cuela por la gran ventana que está al lado de la cama, desde ésta se puede ver las hojas de los árboles moviéndose del fuerte aire que hay afuera. El cielo se ve nublado y por una rendija entra un poco de aire, el clima está fresco, pero soy de esas personas que parecen perros chiguaguas, estoy temblando, mis dientes pegan entre ellos. Aahh, están rechinando. ¡odio ese maldito sonido que suelta mi boca!

Dejando a un lado eso, me acerco a Aidan para abrazarlo y me dé calor, hago un camino con mi dedo, desde su vientre hasta su cuello, subo mi mirada, y empiezo a observarlo, él está perdidamente dormido, sus pestañas se pueden apreciar más, las tiene demasiado largas, sus lunares de cerca se ven más hermosos, hace uno que otro gesto arrugando su nariz, a lo mejor es manía de cuando está durmiendo, sus labios tienen el arco de cupido no muy marcado, su respiración es demasiado relajada. De verdad que con él estoy en mi hogar, me duele ocultarle muchas cosas, pero sé que es por su tranquilidad.

La que no tiene tranquilidad soy, si mal no recuerdo, ayer no nos protegimos como debía haber sido. No usamos protección....¡MIERDA! NO USAMOS PROTECCIÓN, dios mío, por éstas razones no me dejaban a solar con él y ya la cagué. Tengo que salir de aquí a comprar algo cuando Aidan esté despierto, tiene que llevarme a una farmacia.

No sé a que hora vuelvo a dormirme, pero cuando despierto Aidan ya no está a mi lado, paso una mano por su lugar vacío y está frio, eso quiere decir que ya tiene tiempo desde que se levantó. Mal educado, me hubiera avisado.

─Buenos días, wawa. ─se recarga en la orilla de la cama y se inclina para darme un beso, el cual recibo gustosa.

─Buenos días, wawa. ─me separo de el beso─ ¿por qué no me dijiste que saldrías?

─Te vi demasiado relajada durmiendo, no quería interrumpir eso, y aparte fui rápido. ─alzó los hombros para restarle importancia.

─¿A dónde fuiste? ─le pregunto y él mete su mano a uno de los bolsillos de su chamarra y saca una caja de pastillas.

─El ser papá no está en mis planes, no aún. ─me ofrece la caja y yo la tomo con cierta desconfianza y él me ve con cara de preocupación─ ¿Qué pasa?

─Yo si quería ser mamá, tener una familia contigo. ─agacho la mirada para que la risa no me gane, de verdad espero no estallar en carcajadas.

─Oh. ─sólo llega a articular y se pasa la mano por su nunca ─ No sé que decir.

No aguanto más y estallo en carcajadas, él no lo entiende, hasta después se da cuenta que era una broma y se levanta de la cama para ofrecerme una botella de agua. Retomando el gesto, ¿cómo no enamorarme diario de este hombre?, definitivamente es un ángel, se preocupa por mi, por nosotros, por todo, por lo mismo no puedo mencionar nada de los análisis, conociéndolo me va a llevar ahora mismo a un hospital a que me internen y le aseguren que estoy muy bien.

─Te estaba observando dormir. ─menciona─ créeme que amaría despertar así todos los días de mi vida.

─¿Aunque esté babeando? ─me meto la pastilla a la boca y le doy un buen trago a mi agua.

─Eres hermosa, Grey, de todas las maneras habidas y por haber. ─sonríe y me toma de la nuca para acercarme a él y besarme.

[...]

─Hace dos noches que no está en casa, ¿crees que algo malo pasó?

─Aggg. ─ruedo los ojos─ mamá, ya te dije miles de veces que están bien, sólo querían pasar tiempo a solas y juntos.

─Es que tú nunca hiciste eso. ─niega lentamente con la cabeza.

─No lo hice porque yo no te pedía permiso, y a mi me daba igual traer a las chicas aquí, a pasar grandes momentos de pla...

Two Ways © [✔︎completa✔︎]Where stories live. Discover now