Capítulo 2

9.7K 819 200
                                    

Los días de Thatch se habían vuelto de cabeza, gracias a un par de niños y un bebé

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los días de Thatch se habían vuelto de cabeza, gracias a un par de niños y un bebé. ¿Cómo unas criaturas tan pequeñas podían meterse en tantos problemas? Cada vez que volvía al bosque y se los encontraba estaban en una situación diferente, si no estaban siendo perseguidos por un oso gigante, estaban apunto de comer un hongo venenoso. Una de las veces que se los encontró estaban peleando contra un tigre gigante, si bien, en esta isla los animales parecen ser anormalmente grandes, este estaba fuera de serie, a simple vista parecía medir lo que una pequeña montaña, y por lo que escucho decir a los niños lo conocían como el señor de la montaña. Cuando parecía que los niños estaban en desventaja, estaba por intervenir, pero llego un oso que parecía ser el enemigo del tigre, porque en cuanto entro en el campo de visión del tigre, este ignoro a los niños y comenzó a pelear con el oso, cosa que permitió que Ace tomara a Luffy y se fuera corriendo junto con Sabo.

Pasaban los días y Thatch seguía sin saber mucho sobre los niños, y para ser sincero no parecía tener ningún avance respecto a su relaciona con ellos, incluso sentía que lo ignoraban intencionalmente. Eso le dolía en lo profundo de su ego. ¿Cómo unos niños podían ser tan crueles? Quería hacerse bolita y llorar, pero ya había tomado una decisión y no se echaría para atrás. Cuidaría y velaría por esos niños hasta que estuviera seguro que el pequeño bebé no fuera a morir.

El de tupe al estar seguro que no obtendría ningún tipo de información de ellos, decidió que lo mejor sería buscar la información por sí mismo. Ese día luego de su encuentro con los niños, en el cuál los salvo de comer una planta venenosa, y después de un rato siguiendo sus pasos había emprendido un camino sin rumbo. Desde que llego a esta isla no había sentido la necesidad de recorrerla pues en el bosque tenía todo lo necesario para sobrevivir durante un tiempo sin preocuparse, además tenía que hacer reparaciones al barco y con talar algunos árboles le bastaría para conseguir la madera necesaria. Siguió caminando hasta que dio con un pequeño pueblo llamado Villa Foosha, mientras recorría el lugar se encontró con un bar llamado Partys Bar. Por esta vez decidió no ver más del mismo ya que no tenía nada de dinero con él y tampoco tenía ganas de beber por lo que lo dejó para otra ocasión. Ese pueblo debería ser un buen lugar para empezar a buscar información, si tenia suerte incluso podría encontrarse con los irresponsables padres que dejaban a sus hijos estar todo el día en el bosque sin preocuparse por ellos.

Pasó todo el día preguntando a personas al azar sobre los niños sin conseguir nada. Cuando estaba por rendirse, dio con su última esperanza, una amable mujer llamada Makino.

—¿Hablas de los pequeños Ace y Sabo? —preguntó devuelta la peliverde.

—¡¿Así se llaman?! —preguntó en un grito de emoción por la nueva información.

—Si, pero ¿podrías soltarme, por favor? —sin darse cuenta por la emoción había agarrado sus manos, las soltó de inmediato mientras se disculpaba repetidamente— pero, ¿Por qué quieres saber sobre ellos?

—Ah, no por nada —ella lo juzgaba con la mirada— solo me los encontré en el bosque y me preocupe por ellos —respondió con rapidez como si se excusara, mientras agitaba las manos, ¿Por qué se seguía excusando ante extraños?, pero al menos esa respuesta la calmó.

El Pequeño SolWhere stories live. Discover now