El Pequeño Sol

Capítulo 5

El desayuno es la primera comida del día, es la que da energía para iniciar el día y en este hogar parecían tomarse esto muy enserió, las batallas por un bocado de comida eran algo de cada día. Se quedó unos segundos más contemplando la escena frente a él, vio como los niños pisoteaban la cara de uno de los pobres desgraciados que se cruzo en su camino; el adulto de tupe se levantó del suelo donde se desarrollaba la bulliciosa comida y fue en dirección al cuarto donde dormía el más pequeño del lugar.

Una vez dentro de la habitación se acerco al cuerpo que descansaba sobre el suelo, a medida se aproximaba, notó que algo estaba mal, lentamente se arrodillo junto al pequeño y poso su mano sobre la diminuta frente. Paso un tiempo antes de que saliera nuevamente de la habitación.

Una vez salió del cuarto cerro la puerta tras de el y se detuvo delante de la misma, al momento de alzar la mirada se percato de que toda la atención estaba sobre el, soltó un suspiro un intranquilo y dio una noticia que enloqueció a lo presentes— Luffy esta enfermo —cundió el pánico, los adultos gritaban como locos, mientras corrían y gritaban: "¡Luffy se va a morir!", "¿¡Será contagioso!?". Asustando aún más al alterado azabache que no comprendía que sucedía, los únicos que mantenían la calma eran un niño y dos adultos, lo cual sorprendente considerando que tres cuartos de las personas que vivían en el lugar eran adultos, mientras el de tupe intentaba calmar a los adultos, el rubio hacia su parte intentando calmar al azabache.

Dadan estaba perdiendo la paciencia— ¡Cállense bastados! —solo ese grito bastó para que todo el caos anterior quedara en el olvido— ¿Es muy grave? —todos centraron nuevamente su atención en el de tupe.

—No, solo tiene fiebre —los adultos presentes soltaron un suspiro de alivio, que no sabían que estaban conteniendo. El único que aun no conseguía tranquilizarse era Ace quien nunca se había enfermado causando que pensara que el bebé estaba al borde de la muerte, por suerte tenía al rubio que hacia de voz de la razón, aún en ese momento, cuando él mismo tenia miedo de que algo pudiera pasarle al menor.

Cansado de no entender que sucedía el azabache se acercó al de tupe— ¿Se va a morir? —preguntó con toda la valentía que pudo reunir, él no quería que Luffy muriera, el miedo estaba inundando la mirada del menor de seño fruncido, cosa que no paso desapercibida por el adulto.

—No, no va a morir —el adulto solo pudo sonreír al ver el alivio inundar al menor, se alejo del adulto para dirigirse hacia su rubio amigo le susurro algo al oído y ambos avanzaron en dirección al de tupe.

Una vez se encontraron frente al adulto, fue el turno del rubio de tragarse los nervios y preguntar— ¿Hay algo que podamos hacer? —el adulto los miró con una sonrisa antes de asentir.