Thach estaba seguro que su suerte era una mierda. Primero, queda atrapado en una tormenta, y acaba navegando a la deriva por días; luego, unos novatos tratan de derrotarlo; y para colmo, termina cuidando de un trío de problemáticos. A quién quiera q...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Las llamas consumen todo a su alrededor, lenguas de fuego rozan su piel mientras intenta proteger a Luffy.
-¡Tú me engañaste!
-No pequeño -Suelta una risa mezquina, que se sintió eterna a la espera de que continuara hablando-, tu no preguntaste, ¿acaso te sentiste muy dolido porque ese noble te abandonó como para preguntar? -Una última patada termina por alejarlo de Luffy
Estaba furioso, sus nudillos blancos a la espera de poder golpear algo con lo que desquitar su rabia, el leve ardor de sus uñas enterradas en sus palmas mientras rompen su piel dejando que un pequeño hilo de sangre se infiltra a través de los pliegues de sus dedos, sus dientes apretados rechinando de la rabia, le costaba mantenerse en su lugar sin correr para romper la cara del bastado. La adrenalina lo iba abandonando de a poco, sabe que no le queda mucho tiempo antes de que no le quede nada, toma lo que resta de su fuerza, y corre, en un último intento de lucha, da un puñetazo, pero no sirve de nada, el hombre no se mueve ni un centímetro de su lugar. Recibe otro puñetazo en sus costillas que lo deja en el suelo, mierda duele como el infierno.
-¿Sabes que? Me das lastima chico -lo dice con un tono que le resulta repugnante, pero no puede hacer nada, está tirado en el suelo sangrando como un bebé-, será mejor que tomes al mocoso y te vayas chico, no queda mucho tiempo antes de que este lugar sea consumido por las llamas -una vez dijo lo que quería se fue con sus secuaces sin mirar atrás.
Los dejaron, tirados para morir, a Ace le cuesta cada vez más mantenerse consciente, se volteo a ver a el pequeño cuerpo inconsciente a su lado, cuando sus ojos se posaron en él se arrepiento profundamente de todas su decisiones, su maldito orgullo, su maldita idiotez, su maldita prepotencia, su maldita existencia, maldita sea él debía de proteger a Luffy, no ser la causa de su muerte.
Esos fueron sus últimos pensamientos antes de caer en la inconsciencia, ante el hecho de su inminente muerte, soltó una última lágrima.
No llego a saber si merecía vivir, bueno, tal parece no.
. . .
Puede sentir como arde todo a su alrededor, como el fuego roza su piel expuesta, como el humo que entra por su vías respiratorias hace arder su garganta
-¡Ace!¡Luffy! -grita con temor mientras todo a su alrededor es consumido por las llamas.
Y los vio, pero no fue de la manera que esperaba, sintió como si todo su mundo se cayera a pedazos cuando vio a sus hermanos tirados en el piso con las llamas cada vez más cerca de ellos. Corrió, como un infierno que corrió, ya no le importaba nada más que llegar a sus hermanos, cuando estaba a unos pocos metros de ellos lo escucho, pero más lo sintió.
¡Boom!
Se encuentra tirado en el piso, su cabeza zumba, le cuesta enfocar su vista, aun aturdido intentó levantarse, pero no duró más de unos segundos antes de perder el equilibrio, siguió intentándolo, no podía rendirse, la adrenalina comenzó a recorrerlo cuando su vista nuevamente recayó en sus hermanos tirados a pocos metros de él. En un esfuerzo monumental se encontraba nuevamente corriendo hacia ellos y en un minuto se encontró delante el cuerpo sangrante de Ace, casi perdió la cabeza, pero se percató del leve movimiento casi imperceptible de su torso, aún respira.
