𝗡𝗦𝗙𝗪, diez.

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Viernes.

Se suponía que estarían tú y Yelena.

...

Las clases de Hange eran más entretenidas de lo que esperabas. La forma en la que explicaba era tan simple, tenías una gran admiración por lo amable que era con tus compañeras.

El tipo de profesor perfecto.

El cual solo podías admirar de lejos.

Yelena te había advertido una y otra vez.

'Debes mantenerte lejos de ella.'

Un extraño sentimiento recorre tu cuerpo, ¿quizá solo porque es intimidante?

Ni siquiera tú puedes comprender lo que sientes. Yelena y tú solo llevan pocos meses conociéndose, no conoces a profundidad su personalidad.

Vamos, ¿siquiera conoces su pasatiempo?, ¿su cumpleaños?, o ¿su color favorito?

Sin embargo, lo que si conoces es lo sádica que puede llegar a ser. Y su fanatismo por verte retorcer en lágrimas.

Quizá ella no es la más cuerda. Y eso te asustaba.

- ¿Qué pasa con usted, señorita (N)?

Hange te interrumpe, esta frente a ti. Con sus manos sobre tu pupitre, con su mirada habitual. A veces te cuestionas su personalidad energética.

Envidiabas su felicidad, y aquella sonrisa que todo el tiempo tenía.

¿Qué estabas haciendo?

No tienes tiempo para pensar en ella. No debías estar cerca de ella, pero es inevitable, ella es tu profesora. Fuerzas una sonrisa, mientras tu mirada vaga por el aula vacía, estuviste todo el tiempo distraída que no te percataste que el receso había comenzado.

- Uh, lo siento. No me percate que su clase había finalizado - murmullaste, sujetando tu mochila por los tirantes, con la atenta mirada de hange sobre tu agarre nervioso.

Mantén la calma, y vete de esa aula siendo amable.

- ¡No sucede nada! - sonrió ampliamente mostrando sus dientes, alejándose un par de pasos para que pudieras tener espacio al ver tu rostro para nada calmado. - Si no es molestia, ¿qué te tiene tan despistada? Estuviste toda la clase mirando la ventana.

Oh no.

Reprimes un suspiro tembloroso, mientras dejas de jalar los tirantes para pasar tus manos entre tu falda corta. No puedes siquiera mirar sus ojos, los segundos en el reloj pasan lentos, haciendo aumentar tus nervios.

- Debo irme.

Te dignaste a solo sonreír mientras rápidamente colgabas tu equipaje sobre tu hombro. Con intención de retirarte del aula lo más pronto, pero sabías que no era tan fácil escapar de Hange.

- ¡Espera! - no tuvo dificultad en perseguir tus pasos con sus largos pasos. Su mano izquierda te sujeto del hombro, obligándote a verla.

Esperabas verla con un rostro confuso por tu comportamiento extraño, pero solo tenía aquella sonrisa desvergonzada.

Como si acabará de descifrar un rompecabezas.

- ¿Es acaso que me estás evitando? - pregunta ella, con sus dedos posados delicadamente sobre tu hombro, su mirada viendo fijamente tus ojos. Te quedas sin aliento, sintiéndote incómoda por tener que subir la mirada.

- No la estoy evitando .. - tratas de excusarte.

- ¿Es por Yelena, no es así?

Tu boca se abre por la sorpresa, esta vez, no tienes en mente una respuesta congruente. Hange solo amplia su sonrisa, viendo la reacción en tu rostro.

Dear Teacher┃Yelena. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora