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El cachorro estaba siendo despedido en su habitación. Hoy sería el primer día en el cual volvería a dormir solo y eso ponía al pequeño Soobin muy feliz, no es que no amara dormir junto a sus padres sino porque quería que sus dos papas estuvieran juntos.

Ambos padres dejaron muchos besitos sonoros sobre el rostro del pequeño mientras le decían lo mucho que lo amaban. Ninguno se fue de la habitación hasta hacerle saber al cachorro que podía ir a la habitación para que durmiera con ellos y que le dejarían la pequeña luz de noche prendida y la puerta abierta.

En el momento en que ambos salieron de la habitación del cachorro, la omega se giró siendo abrazada inmediatamente por el alfa. Ni importa que hayan sido casi dos meses de haberse conocido y en que estuvieran juntos, porque estaban más que seguros que sus partes lobunas se sentían eufóricas y con la necesidad de estar cerca el uno del otro.

— Pensé que ya no amaría a nadie, pensé que nadie estaría dispuesto a estar con este alfa abandonado, pensé que nadie amaría a mi cachorro como yo lo hago. Sin embargo llegaste tú. Con tus encantos únicos para seducir a mi hijo de una manera tan hermosa. Tu trato, tu sonrisa, tus mimos y caricias, tus promesas, tu ternura y sobre todo el amor que nos tienes. Lo sedujiste de una manera en que me envolviste a mi también y agradezco infinitamente que lo hayas hecho. No me arrepiento de haberte dado esa oportunidad para demostrarnos lo mucho que nos amabas y que jamás nos abandonarías. Y míranos ahora estamos aquí en esta casa.. con nuestro cachorro.

Tn sonrió con sus ojitos cristalizados

— Nuestra casa -le corrigió- Estoy feliz de que por fin hayas decidido hacerle caso a tu lobo. Estamos juntos, aquí. Ustedes son lo más valioso para mi, mi amor.

Ante aquellas palabras el alfa agarro fuertemente la cintura de la omega para elevarla y que está enrollará sus piernas por su cadera, para dirigirse a su habitación.

— Nuestra cama

La omega sonrió y puso su nariz en el cuello del alfa olfateando cómo este emanaba su aroma con demasía haciendo que se impregnara en toda la casa. Cuando estuvieron cerca de la cama, el alfa dejó con suavidad a la omega sobre la cama para ponerse encima de esta.

— ¿Cómo te sientes de que tú empresa pronto crecerá, Seonggie?

— La verdad, contento -dijo con una sonrisa el alfa- por fin les daré la vida que se merecen tú y nuestro cachorro. Además no quiero dejarte con toda la carga de cuidar a nuestro hijo.

— Saldremos adelante juntos Seonggie, de eso no te preocupes. Y cuidar a nuestro cachorro no es una carga, ¡jamás digas eso! Amo a mi cachorro y siempre me encantará cuidar de él. De ahora en adelante seremos una familia unida, mi amor.

Al alfa le encantaba la forma de ser de Tn, tan encantadora y que deban ánimos de tener algo genuino sin duda alguna. Se sintió afortunado de tener una omega así; su vista divagó por todo su rostro hasta detenerse en aquellos labios tan rosados.

— Tus labios me encantan, ¿ya te lo había dicho?

La omega se sonrosó ante aquellas palabras, miró como su alfa se acercaba lentamente hasta que sus labios se unieron en un pequeño roce. El sonrojo se hizo más notable en las mejillas de la omega y acuno el rostro de Seong con una sonrisa.

— Quiero muchos.

Y con eso el alfa Park empezó a repartir demasiados besitos en el rostro de la omega escuchando pequeñas risitas de su parte.

𝑈𝑇𝑂𝑃𝐼𝐴| 𝗦𝗛; ateez ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora