•SINOPSIS•
"Cuando Park Seonghwa le ofrece un empleo muy singular, Kang Yeosang no puede negarse porque necesita el dinero. ¿Qué tan difícil le será fingir? Nada le impedirá dejarse llevar por sus sentimientos".
☆ Adaptacion Autorizada por @Kim-Ins...
A cada momento Yeosang pensaba en Seonghwa. No había segundo del día en que su atractivo rostro y su dulce sonrisa no llegaran a su mente. Se sentía tan completo y era inmensamente feliz haber encontrado al amor de su vida. Le resultaba increíble cómo se habían desarrollado las cosas, y que, para ese entonces, Yeosang estuviera a miles de kilómetros lejos de él, cumpliendo una de las tantas promesas que les hizo a sus padres, lo llenaba de orgullo. Haberse despedido de Seonghwa, un año atrás, lo embargaba de nostalgia. Pero tuvo la fuerza suficiente para partir y demostrarle que él también podía valerse por sí mismo, y que podía confiar en él, porque regresaría con bien a su lado.
Las vacaciones de diciembre comenzaron y, como lo prometió, esa tarde de viernes Yeosang se encargó de empacar algunas cosas para salir de viaje a Corea a la mañana siguiente. Ya no tiene nada pendiente y habló con Seonghwa con antelación para hacerle saber a qué hora llegaría.
Su compañero de cuarto se irá con él: un joven alto y también de origen coreano que conoció el primer día en Vancouver. Tienen mucho en común, y llegaron a congeniar bastante bien en cuanto les asignaron la misma vivienda, por lo que Yeosang ya lo considera un gran amigo, y por eso mismo, los dos tomarán el mismo vuelo.
—¿Ya empacaste todo, Yeosang? —preguntó su compañero con una enorme sonrisa mientras se sentaba en la cama de Kang .
—Ya lo hice, Wooyoung. Espero que a ti no se te olvide nada —puntualizó el de ojos pequeños, cerrando la maleta que acababa de llenar con su ropa.
—Claro que no. Hice una lista —aclaró, enseñándole un pequeño trozo de papel mientras sonreía, divertido. Yeosang negó con la cabeza y le correspondió el simpático gesto.
Wooyoung era un buen chico, inteligente y sencillo. Yeosang le tenía un gran aprecio y lo invitó a su casa en cuanto llegaran a Seúl para que conociera a Seonghwa. Le dio la dirección y esperaba que llevara a su novio con él.
Antes de ir a dormir los chicos cenaron algo de pollo frito y encendieron sus alarmas para no quedarse dormidos. Ambos estaban demasiado contentos y muy ansiosos de volver a ver a sus familias después de tanto tiempo.
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—¿Estás seguro de que llegará hoy, Seonghwa? —preguntó por enésima vez su pequeño primo Kevin. Seonghwa rodó los ojos y soltó un sonoro suspiro.
Desde que supieron que Yeosang regresaría, Minho, Felix y Soobin planearon acompañar a Seonghwa al aeropuerto para ir a recibirlo.
—¡Ya te dije que sí! ¿Por qué estás tan desesperado? Sólo se retrasó unos minutos —mencionó, tratando de sonar calmado, pero lo cierto era que estaba más nervioso que cuando contrajo matrimonio.
Park se la pasó contando los días hasta que su esposo volviera. Se le hicieron eternos esos doce meses que estuvo lejos de él. Deseaba con todas sus fuerzas tenerlo por fin entre sus brazos y llenarlo de besos.
