Capítulo 29 - Casual e imprevisible idea

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 —Q-Quiero ir... con-ntigo.

—¿Estás seguro? ¿No prefieres quedarte a descansar? —Yeosang negó con la cabeza y el mayor acunó su rostro con ambas manos para darle un beso en la frente. Era sábado por la tarde y Seonghwa tenía que ir a supervisar un contrato con un nuevo proveedor al restaurante. Hyunjin le había llamado minutos antes para que fuera—. Está bien.

Y una enorme sonrisa se dibujó en los labios de Kang, quien de pronto se echó a los brazos de su pareja. Seonghwa lo sujetó con fuerza de la cintura, aspirando con lentitud su dulce aroma.

Bajaron las escaleras tomados de la mano y Park abrió la puerta, encontrándose de frente con sus primos, quienes callaron sus susurros cuando los ojos de los cuatro se encontraron. Minho curvó los labios en una traviesa sonrisa y Felix abrió más los ojos, mostrándole a la pareja feliz sus perfectas encías.

—¿Qué se supone que hacen afuera? ¿No deberían estar haciendo sus deberes?

—Aaah... —balbuceó Minho.

—Escuchamos que llamaron a la puerta y vinimos a ver de quien se trataba.

—Para eso está el ama de llaves, Felix.

—Sí, pero...

—Pero ella nos pidió que lo hiciéramos, Seonghwa —intervino Minho, y el mayor entrecerró los ojos—. Está ocupada supervisando la cena y...

—Si piensan que me voy a tragar esa mentira, están muy equivocados. ¿O creyeron que no me di cuenta de la fiesta a la que se escaparon hace dos días? —Los hermanos Lee abrieron los ojos con desmesura y se quedaron petrificados—. Si quieren seguir viviendo en mi casa, van a tener que acatar todas mis reglas, así que más les vale no estar tramando escaparse de nuevo.

Los chicos bajaron la mirada y asintieron a sus palabras mientras la vergüenza se reflejaba en sus rostros. Yeosang lo tomó con más fuerza de la mano y Seonghwa lo miró de reojo, dejando salir un sonoro suspiro.

—Vendrán conmigo al restaurante también —dijo, retomando el camino hacia el auto.

Y sus primos los siguieron, aún con la cabeza gacha. Park le abrió la puerta del copiloto a Yeosang y cuando los muchachos se acomodaron en el asiento de atrás, arrancó el vehículo en dirección al establecimiento.

Cuando entraron, varios empleados los saludaron con amabilidad y Yeosang no pudo evitar admirarse de nuevo por la hermosa decoración, la cual tenía como base el color blanco; Kang recordaba muy bien que ese era su favorito

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Cuando entraron, varios empleados los saludaron con amabilidad y Yeosang no pudo evitar admirarse de nuevo por la hermosa decoración, la cual tenía como base el color blanco; Kang recordaba muy bien que ese era su favorito. Así que sonrió con suavidad antes de que su "novio" lo tomara de la cintura para dirigirse a la oficina, pero Hyunjin los interceptó en el camino.

—Buenas tardes, señor Park. Joven Kang —mencionó, dejando ver su par de lindos hoyuelos antes de ofrecerles una cordial reverencia.

—Buenas tardes, Hyunjin. ¿Ya ha llegado el proveedor?

𝑬𝒍 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 (𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝒔𝒂𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora