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AQUELLA MAÑANA DIANNE MALFOY SE DESPERTÓ por los chillidos de su lechuza, la cual volaba en círculos por encima de su cabeza. Dark se posó cerca de su joven ama al verla despierta y frotó su cabeza contra una de sus pálidas mejillas, mientras la niña trataba de despertarse. Observó con confusión como la lechuza volvía a alzar el vuelo con emoción, para luego posarse cerca del calendario de la habitación. Y fue cuando entendió el humor de su ave.
Era cinco de junio. En otras palabras, su cumpleaños y el de su hermano. Su catorce cumpleaños...
Y recordarlo hizo que abriera los ojos como platos, sorprendida. Era increíble que hubiera olvidado su propio cumpleaños, pero estar en la mansión hacía que todos los días parecieran realmente iguales.
Una pequeña explosión llamó su atención. Un paquete había aparecido de la nada y estaba colocado en su escritorio como si hubiera estado allí desde siempre. Estaba envuelto en papel de color ocre y un lazo rojo muy bien hecho.
La curiosidad la embargó y se levantó de la cama para curiosear que era, con Dark apoyado en su hombro como si fuera un loro. Tomó la tarjeta entre los dedos y la giró, reconociendo la pulcra letra al instante.
Dianne,
¡Muchas felicidades, Dianne! Espero que tengas un lindo día y que disfrutes de tu cumpleaños lo máximo que puedas.
No tienes ni idea del tiempo que me llevó escoger tu regalo. Y no te preocupes, no me he gastado nada que no crea que merezcas. Eso sí, no le digas a nadie como lo he hecho llegar, ya sabes, no podemos usar magia fuera de clase ;)
Espero que te guste mucho.
Con cariño,
Hermione J. Granger
Dejando la tarjeta a un lado, Dianne desenvolvió el paquete y estuvo tentada de gruñir por lo bajo. La castaña la había escuchado cuando le había comentado que tenía curiosidad por leer algo de la cultura muggle, y le había mandado dos libros: Orgullo y Prejuicio y Cumbres Borrascosas. Una pequeña cajita le llamó la atención, pues estaba justo al lado de ambos ejemplares. Al abrirla, vio una pequeña pulsera con un figurita con un arco y una flecha. Dianne supo al instante que tenía que ver con su nombre, puesto que el otro dije tenía que ver con su segundo nombre.
¿Cuándo Hermione había descubierto su segundo nombre? Acaso... ¿Acaso había estado curioseando sus cosas?
Un golpe la hizo girar la cabeza, para ver a Eris sacudiendo la cabeza, luego de haberse chocado con el cristal de su ventana. Dark lanzaba algo parecido a risas, mientras pestañeaba varias veces. Dianne le abrió la ventana a la lechuza moteada, la cual dejó caer un paquete en las manos de la rubia.
