Augurio

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Gellert cayó al suelo mientras se retorcía de dolor, el libro decía que la primera vez que el usuario se transformara  sentiría una cantidad considerable de dolor debido a que la poción del Animago cambiaría completamente la estructura mágica del usuario para así poder adaptarse de una mejor forma a la transformación, de esa manera se evitaría tener que repetir el proceso una y otra vez cada que el usuario deseé transformarse de nuevo pero en este punto no podía evitar preguntar ¿Este dolor no es algo excesivo?.

El libro decía que el dolor sería moderado no insoportable... Además no mencionaba nada del frío que le calaba sus huesos, sus problemas para respirar y su vista nublada, estaba apunto de creer que la poción había fallado pero en ese momento el entorno cambio totalmente.

A su alrededor se alzaban árboles gigantes cuyas ramas eran tan frondosas que casi eclipsaban el hermoso cielo nocturno, al parecer el ritual había funcionado aunque todavía no había terminado, según la guía da magia avanzada "The animal in me" el ritual terminaría una vez que observará el reflejo de los ojos de mi forma animal llevándome de regreso a mi cuerpo humano que debería estar en una especie coma hasta mi regreso, solo tenía una oportunidad y debía de tener cuidado para no perder algo más valioso en mi búsqueda de poder, no debía morir aunque eso no es nada nuevo.

Mis ojos se abrieron suavemente reflejando la luz de las estrellas, podía sentir la extraña pero satisfactoria sensación de la hierba fresca bajo mis pies, cuando inicie el ritual del Animago jamás espere que uno de mis sueños más preciados se cumpliera, por fin estaba fuera de la mansión, al fin era libre y no solo eso podía sentir como todo a su alrededor cambiaba, al respirar por primera vez en este cuerpo note como mi olfato era algo extraordinario que me permitía identificar un nuevo espectro del olfato, podía identificar cada olor con facilidad no solo eso si no que también podía notar la dirección de dónde provenía el olor, mi vista también había cambiado, mis ojos podían ver a través de las sombras de los árboles incluso cuando estás yacían protegidas tras la oscuridad de la noche.

Mirando hacia abajo pude notar que mi altura se había incrementado y que poseía un pelaje totalmente negro, si tomaba en cuenta la forma de las patas podría decir que era un lobo pero mi altura parecía desconcertante, no creía que un lobo tuviera una altura mínimamente similar a la que ahora poseía, quizás era tan grande como una persona adulta.

No tenía idea de que era pero almenos estaba seguro que todo el tiempo invertido en el ritual había valido la pena, aún así según el libro no era muy seguro pasar demasiado tiempo transformado almenos no hasta que el ritual haya finalizado, con esto en mente el heredero se lanzó hacia enfrente con un rápido galope hacia adelante, sus poderosas patas rápidamente alcanzaron una gran velocidad ocasionando que el viento chocará contra su rostro llevando consigo el aroma de varias criaturas del bosque.

Para finalizar con el ritual necesitaba ver el reflejo de sus ojos así que lo más inteligente viendo que no estaba ni cerca de una gran ciudad sería buscar un cuerpo de agua, considerando que podía percibir el aroma de varios animales suponía que no le sería difícil, con esto en mente apresuró aun más su paso siguiendo el rastro de una manada de ciervos, no sabía mucho de los animales no mágicos pero suponía que deberían de tener un suministro de agua cercano para poder subsistir.

Los grandes árboles quedaron atrás cuando Gellert llegó a un pastizal enorme dónde por fin pudo ver a una manada enorme de ciervos que al verme no dudaron ni un segundo en pegar la alarma y empezar a huir... De nuevo esto no tenía sentido, sabía perfectamente que los lobos eran algo más pequeños que un ciervo adulto pero este no era el caso, mi altura era mayor a la de los herbívoros y mi velocidad era tal que en cuestión de segundos estaba apunto de alcanzarlos, uno a uno los ciervos empezaron a dispersarse mientras los alcanzaba para que poco después terminará dejando atrás a toda la manada, frente a mi podía notar una montaña bastante alta con un pico nevado quizás ahí podría encontrar hielo.

Mientras seguía con mi búsqueda me adentre de nuevo en el bosque subiendo hacia la montaña pero mientras más caminaba podía empezar a notar cierta familiaridad en el entorno, quizás cerca de aquí estaba el hogar de mi animal interior, mientras miraba por la zona en busca de algo familiar el olor del óxido llego con una suave brisa, el metal también podría servir como un espejo así que no dude en buscar la fuente del olor pero mientras más me acercaba más cómodo me sentía, mi cuerpo sabía perfectamente hacia donde me dirigía.

Al llegar a mi destino pude ver una antigua  construcción en ruinas, lo único que todavía era reconocible era lo que parecía fue una casa rodeada de una valla de ladrillos y un gran arco de piedra con una reja metálica rota de aquí provenía el olor pero lamentablemente la reja estaba totalmente devorada por el óxido y su triste apariencia café no producía ningún reflejo, aún así podía haber algo dentro de la casa que podría servirme así que me adentre en la estructura pero antes de entrar en la casa me acerque a la parte trasera del edificio.

Detrás del edificio se encontraba un pequeño cementerio con solo tres tumbas, mientras pasaba por encima de los escombros buscando alguna pieza de metal o cristal sentí como un escalofrío atravesaba mi cuerpo al mismo tiempo que sentía que alguien me observaba, cuando gire hacia el sitio del cuál sentía la mirada solo ví una cruz cuarteada pero sobre esta cruz había un pequeño guarda pelo con las iniciales A.P, al acercarme para verlo con más detalle logré ver el tenue reflejo de unos ojos amarillos sobre la plata.

Mi visión se nublo de nuevo y en un instante volví a una de las muchas habitaciones de la mas antigua y noble mansión de la casa Grindelwald, todo había vuelto a la normalidad exepto que está vez veía todo más pequeño, seguía en mi forma animal y no sentía ningún tipo de impulso impropio así que el ritual al fin había terminado, me acerque lentamente a la puerta de la habitación colocando mi enorme pata delantera contra está empezando a rascar la, casi al instante un pequeño elfo doméstico abrió la puerta, su cara solo mostró un miedo enorme al notar mi forma animal pero no le tome mucha importancia solo pase a su lado mientras me dirigía al salón donde podría usar un espejo grande para verme en todo mi explendor, mientras bajaba escuché como la madera tronaba por mi peso.

Cuando llegué al salón pude ver con asombro mi forma animal, por fin mis dudas se había disipado, definitivamente la varita de saúco había afectado el resultado... Mi forma Animaga era la de un Grim, el perro espectral que presagiaba la muerte.





El Heredero De Los Grindelwald Where stories live. Discover now