Regresando al bosque

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Gellert despertó una vez más en el castillo, en momentos como este prefería contemplar su actualidad para intentar trazar algunos planes para el día, sentado en una esquina mirando de forma contemplativa a través de las ventanas de la torre, los terrenos del castillo y la inmensidad del bosque prohibido eran sin duda un paisaje que extrañaría.

Sabía que su partida se acercaba pero aún podía permanecer un par de días dentro del castillo, hasta que inevitable el año académico llegará a su fin y todos tuvieran que marchar a sus respectivos hogares, aun sin haber partido podía sentir la emoción por poder volver una vez más a Hogwarts, debía admitir que había pasado casi todo mi tiempo navegando por los pasillos dentro del castillo mirando atentamente cada uno de los retratos mágicos imaginado el sin fin de recuerdos que estos almacenaban.

Había subestimado el tamaño del castillo, ni siquiera sabía por dónde empezar a investigar, en cada rincón, en cada esquina, en cada dobles, cualquier lugar podía ocultar un secreto, cualquier secreto podía contar una historia que había sobrevivido el paso del tiempo encerrada dentro del castillo pero cada vez que investigaba sentía como la magia del castillo me abrumaba confundiendo mis sentidos atrasando mi investigación.

Este colegio rebosaba de tanta magia que casi podía pensar en él como un ser vivo, una criatura mágica creada con el paso del tiempo... Quizás esté sería el tema de su primer gran libro para la comunidad mágica, podía imaginar el revuelo que causaría si mi teoría se comprobara, aunque era probable si mi teoría de la magia fuese correcta, después de todo la magia más poderosa es la propia vida, "Hogwarts, un castillo viviente", este título llamaría la atención del mundo entero.

-¡Emir!-, ordenó el heredero mientras cerraba los ojos.

-¿Me ha llamado?, Mi señor-, pregunto un viejo elfo doméstico.

-Espero que mi hogar este preparado para mí regreso...-.

-Por supuesto, mi señor-, afirmó el elfo doméstico con respeto.

-Lo más probable es que regrese solo, aún así me gustaría tener un buen postre... Pastel de vainilla y chocolate debería servir-, pidió el joven.

-Se hará-.

-Una última cosa, quiero que me traigas toda la información disponible sobre el departamento de seguridad mágica, con un énfasis en la oficina de aurores incluyendo a sus respectivos líderes, quiero saberlo todo pero asegurarte de que nadie te descubra-, ordenó el Grindelwald.

Un fuerte crack resonó en la habitación cuando el elfo desapareció, sin tomarle importancia el joven se levantó de su asiento para dirigirse a la salida de la torre, tenía que darse prisa y acabar con algunos pendientes para después ir a la fiesta a la que el director lo había invitado.

Al salir de la torre tuvo que esquivar una armadura que cayó cerca de sus pies, una broma frecuente del poltergeist Peeves, definitivamente habría alguna venganza pero esto no tenía la importancia suficiente para tomarlo como una prioridad, después de haber pasado por encima de la armadura empecé a bajar por las escaleras tratando de no llamar la atención, la mayor parte de alumnos estaban centrados en sus asuntos probablemente pensando en el fin de curso y su futuro cercano.

Después de un tiempo considerable logro llegar a su objetivo, el bosque prohibido, en un abrir y cerrar de ojos el niño fue reemplazado por un enorme canino que corrio hacia el bosque sin notar que alguien más lo había visto.

Sintiendo sus fuertes patas golpeando la tierra, el aire chocando contra su pelaje y los olores llegando a su nariz podía sentir aquello que tiempo atrás había deseado... Libertad, definitivamente extrañaría el bosque prohibido pero desde que Dumbledore le permitió salir de su mansión sabía que no volvería a ser lo mismo, pronto regresaría pero lo primero que haría sería cenar en las inmensas llanuras de los terrenos Grindelwald, después se conformaría con recorrer sus terrenos en su forma animaga mientras investigaba más sobre los Grim.

El sol se fue moviendo con las horas hasta casi ponerse cuando un pequeño niño salió del bosque, con paso rápido pero tranquilo se dirigió al castillo caminando a hacia la extraordinaria fiesta de fin de curso para séptimo año o como sea que se llamase,

Según le había informado Albus en la fiesta no solo abría alumnos sino que también habría algunos caza talentos, muchos magos con trabajos importantes, algunos
funcionarios de alto rango del ministerio y probablemente el mismo ministro estarían presentes, porsupuesto Dumbledore no dejaría pasar esta oportunidad para presentarme como su hijo adoptivo, un título que no duraría mucho, después de todo tenía planeado reclamar la señoría de la familia Grindelwald una vez que fuera a Gringotts... Probablemente esperaría a unos meses, una semana antes de entrar a Hogwarts como estudiante para ser preciosos.

El joven estaba por entrar a la sala cuando escucho una voz femenina que parecía llamarlo a la distancia... ¿Tonks?






El Heredero De Los Grindelwald Where stories live. Discover now