¿A cambio de qué?

9 3 5
                                    


Ya veo...
Se trata de la verdad ¿no?
Está absorbiéndote
y arrasando contigo
hasta que le des fin
a su absurdo cautiverio.

El asunto con las mentiras
es que, sin importar quién, dónde y cuándo,
estarán listas para destruirte,
arruinando lo que sea que ya para ese entonces no podrá ser reparado.

¿Cuál es tú verdadera naturaleza?
¿Vives en la fría indiferencia o empatizas con la incontrolable sensibilidad?
Nada de eso importa realmente.
Distante o no,
emocional o no,
mentir no te servirá
en ninguno de esos mundos.

¡Asombroso!
Dieciocho años.
Eso he necesitado para entenderlo.
Somos la única criatura viva con talento innato e infinito para guiarse a su propio desastre.
No por falta de intelecto.
No por ausencia de experiencia.
Sólo es estupidez.
Las mentiras son tan estúpidas, debes creerme.
Y sí, ocultar... callar... tan estúpido como mentir.
Curiosamente, no puedes evitarlo.
Es la herramienta más utilizada para sobrevivir, evadiendo todo aquello que llegado el momento necesita ser cambiado.
Mentimos a cambio de euforia.
Mentimos a cambio de ganarle al dolor.
Mentimos a cambio de llegar a la cumbre.
Mentimos a cambio
de no herir.
Mentimos a cambio
de seguir siendo amados.
Mentimos a cambio de un instante excitante.
Mentir es seductoramente riesgoso.
Y ya sea que nos perjudique o no,
jamás dejaremos de hacerlo.
Porque somos estúpidos
y nos encanta.

Here, my pretty mind and me

Red 赤.

Por cada jodido latidoWhere stories live. Discover now