Nada

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#Lafórmulamaldita
~Relato~

Nada.
Eso hacía últimamente. Sí que era difícil. Y pese a eso, debió quedarse aplastado en su cama en lugar de acceder a ese encuentro.

Cruzó la calle que da hacia el callejón más oscuro de ésta, localizando rápidamente a quien lo esperaba junto al bote de basura algo saturado.

—Puntual... igual que tú madre —puntualizó Rover, ajustando sus lentes oscuros al acercarse el muchacho. Éste gruñó por lo bajo.

—No hables sobre ella delante de mí. ¿Qué quieres ahora?

—Lo que siempre quiero... aún estás a tiempo para reconsiderarlo, sobrino —atajó como un buen calculador haría—, nos gustaría que formaras parte de la familia como en los viejos tiempos ¿eh?

Esa ironía, dios, tan insoportable.

— ¿Lo que dije hace cinco años no fue claro? Ustedes están muertos para mí, los olvidé hace mucho —dijo a la defensiva, a la espera de una treta. De Rover no podría esperar menos.

El hombre sonrió torcidamente, quitándose los lentes y exponiendo aquella vieja y gruesa cicatriz surcando su pómulo izquierdo por la quemadura de esa noche. Una hecha por su sobrino para escapar de él.

—Mírame, sobrino. La violencia se te da bien. Siempre será así.

El chico se burló.

—Sobrevivir se me da bien, ya déjame en paz y vete por donde viniste —advirtió, apretando su mandíbula.

Observándolo con lástima, respondió:—Veo que tu experiencia en las calles no te ha dado una pizca de sentido común... ya tenía en cuenta mi inexistencia en esa cabeza tuya, ¿De verdad me crees tan idiota? Llevo años en este arte. Sé que hay alguien intensamente vivo para ti, ¿Cómo se llamaba...? ¿Blair? Ah, Blue. La del cabello corto y tetas grandes. ¿Cada cuanto te la...?

La pared pronto fue impactada con su cuerpo, aturdiéndolo. Estaba seguro de que algo sangraba.

—No hables sobre ella, ni siquiera digas su nombre, o juro... que te cortaré la lengua —amenazó sin un ápice de dudas—. Apenas si la conozco, joder. ¿Cuántos inocentes más planeas involucrar en esto? Si vas a matar a alguien, que sea a mí por rechazarte. Ella es joven. Mantenla al margen de tú mierda.

Estaba pasando de nuevo, cada que lograba escapar, era encontrado. Se contuvo de lucir demasiado afectado por la mención de Blue. Dos veces, maldición. Habían salido dos veces. ¿Y a la tercera qué? ¿Moriría abaleada por ese hijo de perra? ¿De una forma peor? Se rehusaba.

— ¿Entonces afirmas que no es importante para ti? —el viejo arrastró las palabras, estudiando el rostro del muchacho.

Él no hizo ningún movimiento facial, a duras penas pudo respirar como si nada.

—No es nadie para mí —mintió, endureciendo su expresión—, siempre he odiado como hablas de las mujeres. Lo sabes.

Lo soltó, para enfatizar el punto. Rover se sacudió el traje, acomodando su cabello y analizando todo. Sí, un pequeño riachuelo de sangre se coagulaba en su cuello. Tenía razón, al chico se le daba bien la violencia.

—Entonces la dejaré en paz... pero a ti no. Accederás de una forma u otra. Te vigilaré, y entonces, la oportunidad brillará ante mí. Cuídate, sobrino. Tu madre manda saludos, deberías visitarla —comentó al final diplomáticamente. Era todo un sociópata.

Finalmente, un auto aparcó de golpe y Rover se adentró en el asiento del copiloto sin mirar atrás, sembrando su famosa semilla: pánico.

¿Y ahora qué? Necesitaba un plan. Uno minucioso, nada podía fallar.

Hacer nada... definitivamente ya no era una opción.


Dios te imploro una vida larga para terminar todas mis historias. Esta estará mood JAYPAPÁ😝

Red 赤.

Por cada jodido latidoWhere stories live. Discover now