Por cada jodido latido

El violinista roto

Designando un clic.
Persiguiendo ese anhelo maniáticamente por las tardes de sus días, mientras despilfarra notas en oídos equivocados.
Un violín abandonado, tomado por un chico abandonado.
Ambos quieren tanto, tanto, ser encontrados.
Aún no saben para qué.

Ella le observaba hace un rato.
Preguntándose, entre tantas cosas, ¿qué trataba de gritar aquella aparición errante?

Unos irises café le regresaban el saludo de forma escalofriantemente gentil.

》Ahí estás...Tocaré para ti, con la vaga esperanza de inmiscuirme en tus emociones, mis ojos y melodía les mirarán directo hasta tener la certeza de que al ser consciente del desasosiego que pueda aprehenderte, vendrás a mí. Como si me necesitaras. ¡Sí, finjamos! Como si, al final del día, alguno de los dos pudiese darle rescate al dolor del otro.
Resonando una melodía de renacer y de creación... muchas notas que contar en cada frase de esa canción.

—Red 赤.