#11: Extraño tus besos

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Estornudé tres veces seguidas y anoté los apuntes del pizarrón en mi cuaderno de Justin Bieber, estaba viciada con ese tipo tan hermoso. Una bolita de papel llegó hasta mi cabeza, estúpido Calum, ¿por qué me la tiraba si estaba al lado mío?

Te voy a hacer mía, tenemos asuntos pendientes.

Mordí mi labio sin pensarlo, miré a Luke que me observaba disimuladamente y de repente escuché cómo la profesora golpeaba su propio escritorio, dirigí mi mirada hacia allá, me miraba de una forma fulminante, no supe qué hacer en ese momento.

— ¡HEMMINGS, FOSTER CASTIGADOS! ¡Y ME ENTREGAS ESE PAPEL! —traté de esconder aquel papel, pero esa maestra no me dejaría tranquila hasta que se lo pasara— ¡AHORA FOSTER!

— Lo lamento, tengo hambre.

Dije y me lo eché a la boca, las cosas que debía hacer por el sucio de mi mejor amigo. Oía cómo los alumnos del salón reían a carcajadas, ¿y quién no si una chica hacía eso para arriesgar su pellejo? La señora chilló y fue hacia el puesto del rubio cruzada de brazos.

— Ahora, me dirá lo que decía la nota Hemmings o en su próxima calificación les restaré treinta puntos, a ambos —abrí la boca indignada— Le conviene hablar ahora.

— Extraño tus besos —la mayor se sonrojó y Luke hizo una mueca, luego de un rato de risas volvió a hablar— Aunque me equivoqué de persona, era para Zoella, no para Cam.

— Hemmings, serán descontados cinco puntos de tu próximo examen y Camille, igualmente estás castigada —solté una maldición.

La clase pasó totalmente aburrida. Las miradas de mis amigos por supuesto no faltaban, veía a Michael hervir de la rabia, pero no era lo que me importaba en ese momento, prefería que dijera la verdad antes de echarle la culpa a Zoe Clifford, maldita estúpida que me quita mis cosas o a mis personas.

— Pueden salir de manera anticipada estudiantes —todos comenzaron a salir, Luke y yo estábamos a punto de hacerlo, cuando su tos falsa sonó— Ustedes dos, se quedan aquí.

Bufé y vi cómo la señorita Argent se iba de la sala. Cerrando con llave, demonios. ¿Y si salíamos por la ventana? Mi mejor amigo suspiró mientras pasaba entre aquellas mesas, llegando hasta mi. Cuando lo hizo, me tomó de la cintura y me sentó sobre uno de los taburetes para besarme con intensidad.

Rompí el beso.

— No es el momento adecuado Hemmings —rodé los ojos algo cabreada— La vieja tonta puede llegar en cualquier minuto.

— No es vieja, tiene treinta años.

— Supongo que eso te gusta —volví a rodar los ojos tratando de soltarme de su agarre— Voy a gritar Luke, no me provoques.

— ¿Provocar? Sabes muy bien que el que provoca en esta relación, si es que se le puede llamar así, soy yo —levantó el mentón e hizo que me sintiera inferior de un segundo a otro— ¿Quién era el que te hacía gemir de placer aquella noche? ¿Quién era ese caliente y hermoso chico que tocaba y experimentaba cada parte de tu cuerpo que nadie jamás había acariciado?

Sus palabras me estaban dejando sin aliento. Y de la nada me fijé en lo que él había dicho.

— ¿Caliente y hermoso chico? —solté una sonora carcajada— Por favor Hemmings, pude haber vivido esa noche con cualquiera de los alumnos de este instituto, tus caricias no fueron nada. Hasta Michael puede hacerlo mejor, tiene más... experiencia que tú.

Eso fue el colmo para que me acorralara contra la pared. Podía sentir su respiración cálida sobre mi cuello, estaba haciendo un esfuerzo para no cometer alguna locura, la profesora tardaba tanto, por Dios. Suspiré cuando Luke besó mi cuello con desesperación.

— Que lindo te quedó el chupón, ¿no crees? —reí tratando de moverme— Mira diva, no hagas las cosas más difíciles, seré toda tuya... cuando salgamos de la institución.

La puerta emitió un sonido, la estaban tratando de abrir, así que mi amigo se alejó rápidamente de mi. Con ella venía un profesor, no podía ni describirlo. Era sencillo y guapo, muy guapo. Ya sentía cómo la baba caía de mi boca.

Luke al parecer leyó mis pensamientos.

— Recoge tu baba que se te cae —se sentó en una silla y sacó su libreta— Hazle caso a la bellísima profesora y siéntate que tiene algo que decirnos rubia.

Me senté lo más lejos posible.

— Foster, Hemmings, él es el profesor encargado de los castigados, conoce muy bien los contenidos de esta unidad, así que preparados, las ecuaciones positivas y negativas ya deberían entenderlas, así que estarán más avanzados —habló la profesora— Bueno, proceda maestro.

Salió del salón y festejé mentalmente.

— De acuerdo chicos, yo soy Ayden Brooks y estoy encargado de los castigos —sonrió, iba a derretirme defenitivamente— Me ha contado la maestra que ustedes esconden algo, puedo hacer se psicólogo por hoy, ya que hay pocos castigados.

— No, profesor, estamos bi...

Levanté la mano y hablé.

— ¿Alguna vez lo han dejado en la FriendZone, profesor? —mordí la punta de mi lápiz algo nerviosa.

— ¿FriendZone? ¿Qué red social es esa? —el rubio y yo emitimos unas risotadas gigantes— Ya sé qué es, era broma chicos —rió mostrando sus blancos dientes— Lamentablemente sí, hace un año que mi mejor amiga le atraía un chico y yo estaba en medio tocando un violín, de forma literal.

— ¿En serio? ¿Y qué hizo?

— Ahora estoy casado con ella —sonreí satisfactoriamente— ¿Y el caballero no tiene ninguna duda?

— ¿Y cómo comenzaron una relación o algo así?

— Los jóvenes como ustedes deben conocer este concepto, así que lo diré —hizo una breve pausa, estaba realmente atenta a nuestra conversación— Comenzamos siendo amigos con beneficios.

Luke y yo soltamos un grito al mismo tiempo.

¿Qué nos estaba pasando, por Dios?

¿POR QUÉ AHORA TENÍA TANTO MIEDO DE ESCUCHAR ESO SI ANTES HUBIERA LLORADO DE LA EMOCIÓN?

¿Acaso ya lo habré superado de alguna otra manera?

Censurados [[hemmings]]Where stories live. Discover now