Censurados [[hemmings]]

#19: Oops...

Era imposible no reír con Luke. Mamá había accedido a que me quedara con él en su casa, mientras papá y Caroline se quedaban en mi habitación, tía Liz, tío Andrew y Ben y Jack había salido a la playa, así que teníamos la casa para nosotros solos.

- ¿Qué película te gustaría ver? -preguntó el rubio.

- ¿Qué películas nuevas tienes? -reí masticando el reciente chicle echado a mi boca- ¿Intensamente?

- La verdad estaba pensando en algo como Jurassic World -dijo divertido- Aunque... también tengo Cincuenta Sombras de Grey.

Tragué saliva, asintiendo delicadamente mi cabeza, dejando un lugar en el sofá para que mi mejor amigo se sentara, esa película era tan porno que me daba miedo verla con un chico, pero no tenía que asustarme, después de todo es Luke.

Mi mejor amigo.

- ¿En serio no recuerdas nada? ¿Alguna canción? ¿Algún día en específico? -preguntó sentándose a mi lado, poniendo la película desde el control remoto- ¿Quieres palomitas?

- No -respondí fría, encogiéndome, abrazándome a mi misma.

Aunque con el tiempo, cuando avanzaban las escenas pervertidas de la película, terminé poniendo mi cabeza en el regazo de Luke, mordiendo mi labio, aguantando las ganas de besar sus labios.

- La película está aburrida -comentó apagando el reproductor de vídeos, quedando completamente a oscuras- ¿Te gustó algo?

- En realidad, Christian estaba más que bueno -reí tratando de mirar sus ojos- Apenas puedo sentirte.

- ¿Y qué sientes ahora?

Sus manos subieron por mis piernas, acariciando el recorrido hasta cerca de mis senos, donde los apretó como si no tuviera vergüenza, yo no podía no gemir, así que tuve que seguirle el juego. Pude escuchar su risa y sentir cómo sus manos nuevamente, bajaban hasta la altura de mi feminidad.

- Bésame -pidió.

Me acomodé en sus piernas, poniendo una a cada lado de su cintura, para luego obedecer su orden y besarlo como si fuera tanto el primer como último beso que nos daríamos.

Y sí, podría ser.

Jamás nos habíamos besado.

- ¿No lo recuerdas, cierto? -preguntó bajando sus besos hasta mi cuello- No recuerdas nada de esto que te estoy haciendo, ni siquiera sabes que dejaste de ser virgen hace semanas e incluso meses.

- Yo soy virgen -afirmé.

- Camille, perdiste la memoria en el accidente -dijo casi burlándose de mi- ¿Qué quieres que te diga? Éramos amigos con ventajas.