Inconmensurable (Hermione Granger)

Capítulo 13: Tercera Prueba

Cuando el techo encantado comenzó a pasar del azul a un morado oscuro, Dumbledore se puso en pie y todos hicieron silencio.

— Damas y caballeros, dentro de cinco minutos iremos todos al campo de quidditch para presenciar la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos, en cuanto a los campeones, tengan la bondad de seguir ya al señor Bagman hasta el estadio —

Me levanté de la mesa junto a Víctor, nuestros amigos nos desearon suerte, Amy y mi mamá nos dieron un abrazo, al mirar a la mesa de Gryffindor, Hermione me sonrió cálidamente, salimos del Gran Comedor junto a Cedric, Fleur, Potter.

Mientras bajábamos la escalinata de piedra por la que se salía del castillo, Bagman se acercó a Potter entablando una pequeña charla.

Llegamos al campo de quidditch, que estaba totalmente irreconocible, un seto de seis metros de altura lo bordeaba, solo con una entrada al enorme laberinto, el camino que había dentro se veía oscuro y terrorífico.

Cinco minutos después empezaron a ocuparse las tribunas, el ruido de los presentes se empezó a escuchar.

El cielo era de un azul intenso pero claro, y empezaban a aparecer las primeras estrellas.

Hagrid, el profesor Moody, la profesora McGonagall y el profesor Flitwick llegaron al estadio y se aproximaron hacia donde nos encontrábamos.

— Estaremos haciendo rondas por la parte exterior del laberinto — dijo la profesora McGonagall

— Si tienen dificultades y quieren que los rescaten, lancen al aire chispas rojas, y serán rescatados, ¿entendido? —

Todos asentimos.

— Ya pueden ir ubicándose — nos dijo Bagman Los 5 nos fuimos en diferentes direcciones para situarnos alrededor del laberinto.

Bagman se apuntó a la garganta con la varita, y murmuró «¡Sonorus!», y su voz se amplificó.

— ¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos!, permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto, con 85 puntos cada uno: ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts! — los aplausos no se hicieron esperar.

— En segundo lugar, con 83 puntos, ¡la señorita Amélie Malfoy!, en tercer lugar con 80 puntos ¡el señor Víctor Krum, ambos del Instituto Durmstrang! — los presentes volvieron a aplaudir

— Y, en cuarto lugar, ¡la señorita Fleur Delacour, de la Academia Beauxbatons! — Muy pocos aplausos se escucharon.

— Cuando sople el silbato, entrarán Harry y Cedric! — dijo Bagman — Tres… dos… uno… —  y dio un fuerte pitido, y Potter y Cedric entraron rápidamente en el laberinto.

Después de unos cuantos minutos Bagman volvió a hablar — Señorita Malfoy su turno — y luego dio otro pitido.

Entre rápidamente al laberinto, la bulla de la multitud se apagó en cuanto traspase la entrada, los setos habían crecido más desde la última vez que los vi, hacían que se vieran sombras negras espeluznantes.