Capítulo 22: Detrás del Velo

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Al dar la vuelta vi a August con su varita aún en alto, sentí que me faltaba aire, como si todo se hubiese detenido, entonces la vi, vi su rostro que denotaba sorpresa.

Vi como caía hacia atrás atravesando el velo que colgaba del arco, su cuerpo desaparecía detrás del velo, absorbiéndolo por completo.

Escuche el grito de alegría de Bellatrix, pero no significaba nada: Amy solo había caído a través del arco y aparecería al otro lado en cuestión de segundos.

Sin embargo, Amy no reapareció.

— ¡AMY! — grité — ¡AMY!

Llegué al fondo del foso respirando entrecortadamente, Amy debía estar tras el velo; y yo la sacaría de allí.

Pero cuando estuve casi llegando al Arco, Remus me rodeó con los brazos reteniéndome.

— No puedes hacer nada Amélie — Dijo él

— ¡Voy a buscarla, tengo que ayudarla, tengo que sacarla de allí! — Gritaba con desesperación

— Es demasiado tarde, Amélie —

— No — dije mientras luchaba con todas sus fuerzas, pero Lupin no me soltaba.

— No puedes hacer nada, Amélie, se ha ido —

— ¡NO SE HA IDO! — grité — ¡IRÉ A SACARLA DE ALLÍ! —

No lo creía; no quería creerlo, seguí forcejeando con Remus con toda la fuerza que me quedaba, pero él no lo entendía tenía que sacarla de ahí, tenía que traerla de vuelta, sentía un vacío en mí, el dolor en mi pecho aumentaba.

— ¡AMY! — grité desesperadamente — ¡AMY! ¡Любов! «Amor» —

— No puede volver — insistió Lupin — No puede volver, porque está m… —

— ¡NO ESTÁ MUERTA! — grité — ¡AMY AMOR! —

Alrededor reinaba una gran agitación y surgían destellos de nuevos hechizos; no me importaban las maldiciones desviadas que pasaban volando a mi lado, no me importaba nada; lo único que me interesaba era que Remus me dejara libre, sacaría a Amy y la abrazaría y besaría.

Remus me alejó más del arco, sin embargo seguía intentando soltarme, entonces grite, la llame como si mi vida dependiera de ello, aunque eso era más que cierto, no podía vivir sin ella, ella no regresaba, entonces era verdad que estaba…, entonces caí en cuenta de lo que realmente era aquel maldito arco, estábamos en la maldita cámara de la muerte, caí de rodillas, mientras sentía que me habían arrancado la vida misma.

Dumbledore tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, inmovilizados mediante cuerdas invisibles.

— Amélie — dijo Harry acercándose

No lo mire, ni le dije nada, ahora realmente no quería escuchar a nadie.

Entonces se escuchó un fuerte golpe y un grito, vi que Kingsley caía al suelo gritando de dolor: August Rosier y Bellatrix empezaron a huir, pero Dumbledore se volvió y les lanzó un hechizo que desviaron para luego comenzar a subir por las gradas…

— ¡No, Amélie! ¡Harry! — gritó Remus, pero ya me había soltado de él.

— ¡HA MATADO A MI NOVIA, MATO A AMY! — grité —¡HA SIDO Él! ¡VOY A MATARLO! —

Eche a correr, y trepe por los bancos de piedra; todos me llamaban, pero no les hice caso.

Harry me seguía, no sé en qué momento se puso a la par conmigo, los hechizos iban y venían.

Inconmensurable (Hermione Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora