Sabía que ella sería su perdición, aún así la protegería aunque le costara su propia vida.
Volver a enamorarse, después de todo lo acontecido, llegará Amélie Malfoy a amar a quién fue solo una amiga.
Un matrimonio arreglado ¿ qué podría salir mal?
E...
Tengo información, él busca algo que no obtuvo la última vez, se habla de una profecía, es todo lo que ha dicho, sé que ha tenido reuniones secretas con los demás mortifagos.
A... me comento que se quiere unir a la orden, el trato que tú y yo hicimos hace unos días es que ella quede fuera de esto, si te insiste debes decirle que no, esto ya es peligroso y no quiero ponerla en riesgo, cuídate, dale mis saludos a Remus y a Tonks.
Att
Owl
El tiempo pasaba tan rápido, las cosas entre Amy y yo iban bien, había días en las que tenía pesadillas, pero ella lograba calmarme.
Esa noche Voldemort nos reunió, teníamos una misión, iríamos al ministerio de magia en Londres.
No dio muchos detalles, pero al parecer Lucius sabía lo que hacía todos íbamos vestidos de negro y máscara, hasta llegué a pensar que íbamos a un tipo de fiesta.
Entramos a la sala de profecías, y vaya sorpresa encontrar a Harry, Ron, Luna, Neville, la chica Weasley y Hermione.
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Inmediatamente toqué el dije de mi collar y empecé a enviarle un mensaje mental a Tonks, hace varias semanas hechicé con un encantamiento poco conocido y sobre todo oscuro unos dijes y le había dado uno a ella.
«Tonks, avisa a la orden, Harry y sus amigos están en el ministerio de magia y están rodeados de mortifagos corren peligro»
«Ahora entiendo por qué tanto misterio en la última reunión que tuvo Voldemort.» Pensé
- Muy bien, Potter, ahora date la vuelta, muy despacio, y dame eso - Dijo mi Lucius
Todos rodeamos a los chicos cerrando el paso a derecha e izquierda; mientras apuntábamos con nuestras varitas encendidas directamente al pecho de Harry.
- Dame eso, Potter - dije intentando que mi voz se escuchara diferente, los chicos estaban aterrados
- Dame eso - repitió Lucius
- ¿Dónde está Sirius? - preguntó Harry.
Varios mortifagos rieron, y una mujer con una voz chillona y rasposa habló:
- ¡El Señor Tenebroso nunca se equivoca! - ¿?
- No, nunca - dijo Lucius - Y ahora, entrégame la profecía, Potter -
- ¡Quiero saber dónde está Sirius! - Volvió a gritar Harry
- ¡Quiero saber dónde está Sirius! - se burló la mujer, mientras nos acercábamos a Harry
