Capítulo 34: 10 Meses Después

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Las cosas habían cambiado mucho, Harry se había declarado abiertamente gay, tuvo apoyo de la mayoría de la comunidad mágica, Draco y yo estudiamos en casa, hace unos días atrás nos habíamos graduado, Lucius no salía de casa, mamá procuraba salir solo cuando era necesario, de Harry y los demás no supe mucho.

Los gemelos me escribían cada semana y me enviaban parte de mi ganancia por el negocio de la tienda de bromas, después de todo, lo ganado en el torneo y algo extra que les di, lo aceptaron claro siempre y cuando fuera socia de ellos, veía al pequeño Ted los fines de semana, Hermione se empeñaba en escribirme cada semana aunque no recibiera ninguna respuesta de mi parte, Draco y Harry no volvieron a hablar después de la guerra, los papás de mis amigos habían sido enviados a Azkaban después de su respectivo juicio, el juicio de nosotros sería hoy.

— Están listos — dijo Lucius, no recibió respuesta de ninguno.

— Niños es hora de irnos — hablo mamá

— Ya bajamos mamá — respondimos al unísono

Llegamos al ministerio a través de la red flu, al lugar aún le faltaban arreglos, nos guiaron hasta la oficina del ministro, algo que para ser honestos era raro.

— Bienvenidos — dijo el ministro Jaeger  — Por favor tomen asiento —

Nos sentamos, el ministro estaba actuando extraño.

— Se preguntarán porque estamos en mi oficina y no en la sala de juicio, verán tienen las de perder en este juicio al menos Lucius y usted Narcissa, Potter, Weasley y la señorita Granger testificaron a favor de usted señorita Amélie y del joven Draco, aunque mencionó que usted Narcisa lo ayudó —

— Entonces esto es una reunión para decirnos que nos enviaran a Azkaban, y que el juicio está perdido — dijo Lucius

— Al menos mis hijos estarán libres —  dijo mamá

— Está en lo correcto — dijo el ministro

— Y no hay algo que pueda hacer para que mi madre no sea enviada a Azkaban, estoy dispuesta a tomar su lugar — mencioné poniéndome de pie, Draco solo me miraba

— Verá señorita, por eso estamos aquí reunidos — dijo Jaeger haciendo un ademán para que me siente — Les propongo un trato, como sabrán el joven Potter hizo público sus preferencias sexuales, y muchos acusan al ministerio de no dar apoyo a dichas relaciones —

— Y que tenemos que ver en eso —  murmuro Draco

— Es aquí donde entra en juego mi trato, quedarán libres sin cargos a cambio de que usted Amélie se case con una chica que personalmente he escogido, el matrimonio únicamente deberá durar un año, aclaro que deberán guardar las apariencias al frente de los demás será un matrimonio real y no uno arreglado ¿entonces aceptan? —

— Usted está loco — dijo mamá poniéndose de pie

— Es un buen trato — murmuro Lucius

— No, mi hermana no hará eso — dijo Draco

— Si acepto mi madre será libre, bien, y ¿quien sería la chica? — respondí

— Amélie no — murmuro mi madre

— Es mi decisión — respondí

— Si aceptas, te revelaremos quién será tu esposa, es alguien quien ahora influye mucho en el mundo mágico, verás si llegas a aceptar la conocerás en unos días — hablo Jaeger

— Si con esto mi madre queda libre, entonces acepto — respondí

— Bien, bien, de acuerdo entonces en 3 días conocerás a tu prometida, ustedes decidirán la fecha claro no podrán tardar mucho — dijo el ministro poniéndose de pie — Nos veremos en su mansión en 3 días —

Nos tendió la mano a cada uno, despidiéndonos, salimos de allí y nos dirigimos a casa.

— Hija no debiste aceptar eso, cariño, no es justo que te cases con alguien a quien no amas y no conoces — dijo mamá soltando unas lágrimas

— Es un trato justo, solo será un año  — dijo Lucius

— Padre, crees que es justo es en serio — dijo Draco

— Es mi decisión, y que te quede claro Lucius lo hago por mi madre no por ti — respondí

Subí a mi habitación y me encerré en el estudio.

— Estaré casada un año Amy — susurré mirando una foto de ella — Tu sabrías que hacer en esta situación, me aconsejarías.... Te extraño —

No sabía que iba a pasar o quien era mi supuesta prometida, pero si mi mamá era libre, entonces valía la pena.

Al día siguiente Lucius y mamá salieron a resolver unos asuntos con el ministro y Draco iría donde nuestros amigos.

— Segura que no quieres — pregunto Draco

— No, sabes que hoy no es precisamente un buen día, es decir hoy era su cumpleaños — murmure mirando al suelo.

Draco me dio un abrazo antes de irse, me senté en uno de los sofás de la sala sirviéndome un vaso de whisky de fuego, estaría sola en casa hasta tarde así que beber no era una mala opción que digamos.

Después de varios vasos de whisky, el timbre de la mansión sonó, camine como pude hasta la puerta, Daphne esta de pie afuera, mirándome con sorpresa, pues era la primera vez que me veía de esta manera

— Hola, escuché a Draco decir que estabas en casa — murmuro — Y sé que no es exactamente el mejor día para ti, y decidí venir a cuidarte —

— Hola... no esperaba que alguien... viniera, mucho menos tú... es decir hace ... días que no vienes... — respondí entrecortadamente

— Puedo pasar —

— No creo que sea buena idea —

Ella hizo caso omiso a lo que dije y entro, cerró la puerta y se sentó en el sofá, seguí bebiendo, la vista se me nublaba.

— Ya basta, ya es suficiente — dijo Daphne quitándome el vaso de whisky

— Yo sabré... cuando es suficiente, quien piensas... que eres — respondí intentando ponerme de pie

— Acaso no lo entiendes, solo estoy tratando de ser tu novia —

— Mi novia... mi novia... yo tenía una novia... era maravillosa... inteligente... hermosa y muchas cosas más... ella era mi todo... y —

— Y ya no esta, no entiendes debes seguir adelante —

— Bueno... prácticamente lo haré... pues me voy a... casar —

— Qué vas a que —  dijo ella totalmente sorprendida y confundida

La ignoré y seguí bebiendo, hasta perder la razón y quedar totalmente dormida.

A la mañana siguiente, me desperté con un fuerte dolor de cabeza, me moví un poco, estaba en mi habitación, me senté rápidamente al sentir que alguien estaba a lado mío, Daphne estaba en ropa interior en mi cama.

No recordaba nada, absolutamente nada, alguien abrió la puerta.

— Carajo — dijo Draco — Qué hiciste — y cerró la puerta rápidamente.

Me puse de pie, buscando algo para vestirme, al igual que Daphne me encontraba en ropa interior, una vez vestida, salí de mi habitación dirigiéndome a donde estaba Draco, entre a su habitación rápidamente cerrando la puerta de un golpe.

— Yo... no lo recuerdo... yo no quería... no debí... — murmure me sentía mal y no solo físicamente debido a la resaca

— Bueno, pues lo hiciste, creí que tú y Daphne no tenían nada, incluso creí un tiempo que sí volvías a estar con alguien seria con Hermione — murmuro Draco

— Hermione, porque con ella —

— O sea, como se miraban y trataban, la tensión y eso, no lo sé, tampoco es que sea tan experto —

— Me voy a casar Draco, y ahora lo de Daphne, estoy jodida —

— Deberías hablar con Daphne y dejar las cosas claras Amélie —

Inconmensurable (Hermione Granger)Where stories live. Discover now