Capítulo 41: No, no lo hará

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Vasos de whisky eran servidos una y otra vez en la mesa donde se encontraba Amélie Malfoy, Fred y George Weasley, Sam y Astoria.

Mientras tanto en las 3 escobas se encontraba Hermione Granger preocupada por Amélie que no había vuelto, pocos minutos después Madam Rosmerta se les acercó entregando un pergamino a Narcissa.

— Bueno, mi hija pide que por favor la disculpen, porque no podrá venir, su reunión de trabajo se alargó —

— Claro, no se preocupe, entendemos bien — hablo el señor Granger

— Yo los llevaré a su casa — se ofreció Draco Malfoy, estaba preocupado por su hermana, ya que la conocía y sabía que jamás dejaría así por así a Hermione por algo como trabajo.

Hermione no tan convencida decidió quedarse, después que sus padres se fueron, ella y Narcissa se dirigieron a la mansión.



— Ok, esto ya se salió de control — hablo Astoria notando que ya era demasiado tarde — Amélie vamos a casa —

— Ese lugar no se siente como mi casa — hablo Amélie arrastrando las palabras

Fred y George estaban dormidos con la boca entre abierta, Sam cuidaba de que no se cayeran de las sillas, aunque ella se encontraba en el mismo estado.

Unos minutos después, un adormilado Draco Malfoy entraba por la puerta del pub.

— El carruaje nos espera afuera, todos se quedarán en la mansión — hablo Draco entre bostezos mirando el desastre que tenía enfrente.

Amélie se levantó arrastrando a Fred con ella, a pesar de su estado de ebriedad caminaba perfectamente, una vez que todos estuvieron dentro, se dirigieron hacía la mansión.

— No entiendo, porque me siento así, sabía que ella estaba con la comadreja — murmuro Amélie


— Oye — dijeron Fred y George, que estaban recostados en cada lado de Sam

— Sin ofender — murmuro Amélie, sus pensamientos se encontraban ocupados en aquella castaña que la confundía cada día más, y a la vez la hacía sentir culpable.

Draco y Astoria veían a Amélie con tristeza, sabían que ella estaba sintiendo cosas por Hermione, es más, se habían dado cuenta de que las sentía desde que se conocieron, pero Amélie en ese entonces lo veía como amistad, pero ahora las cosas eran distintas.

No sabían lo que había pasado, pero debía ser algo fuerte como para que Amélie estuviera así, las dos únicas veces que la habían visto tan deprimida y en ese estado fue cuando Amy murió y para el cumpleaños de aquella chica que le había dado tanta felicidad desde que se conocieron.

Al llegar a la mansión, Draco se encargó de llevar a los gemelos y a Sam a las habitaciones en las que se quedarían.

— Te besaría — murmuro Amélie abrazando a Astoria que la llevaba a su habitación


— Y yo no me negaría — respondió soltando una risita


— Estoy muy ebria, ¿verdad? — pregunto Amélie


— Lo estás, y te ves tan tierna — dijo Astoria abriendo la puerta de la habitación de Amélie


Para sorpresa de Astoria, al abrir la puerta se encontró con una castaña sentada en el sofá, quien rápidamente se puso de pie.

— Vaya — murmuro Hermione


— Astoria, si te pido que duermas conmigo, ¿lo harías? — dijo Amélie sin percatarse de la presencia de Hermione


— Si, lo haría y... —


No, no lo hará — hablo Hermione interrumpiendo a Astoria


—Hermione, ¿qué haces aquí?, deberías estar con tu novio — respondió Amélie sintiendo mil cosas a la vez al ver a la chica que tenía enfrente


— Mi novia eres tú, lo olvidas — respondió Hermione agarrando a Amélie de la cintura y acercándola a ella, mientras miraba de reojo a Astoria.


Astoria sabía lo del compromiso arreglado, pero Hermione no sabía que Amélie le había dicho a sus amigos, así que porque no jugar un poco, los celos de Hermione se notaban y mucho.

— Bueno cariño, otro día nos divertimos — dijo Astoria dándole un beso en la comisura de los labios a Amélie.


Amélie que estaba más dormida que despierta solo sonrió, Astoria salió de la habitación que de inmediato fue cerrada de golpe.

Amélie sentía como todo le daba vueltas, es más, estaba teniendo alucinaciones, porque era imposible que Hermione estuviera allí, antes de llegar a la cama, Amélie retrocedió y corrió al baño, las arcadas iban y venían, hasta que ya no le quedo más por vomitar, se levantó y se lavó el rostro, al mirar por el espejo se percató que Hermione se encontraba recostada en la puerta.

— ¿Qué haces aquí? — pregunte sintiendo aun, que la habitación giraba


— Esperándote, estaba muy preocupada por ti— respondió mientras me seguía a la cama sentándose a lado mío


— Deberías estar con tu novio, no aquí en mi habitación —


— ¿Por qué, te molesta que interrumpiera tu diversión con Astoria? —


— Talvez —


— Creí que no tomabas — hablo Hermione cambiando el tema ya que la respuesta de  Amélie le había molestado


— No es asunto tuyo — respondí tajante 

— Amel — susurro Hermione

— En ese cajón hay ropa cómoda, póntela y duerme en mi cama, hasta mañana Hermione — dije agarrando ropa para luego dirigirme al estudio, dormiría en el sofá, este era un pequeño paso para alejar a Hermione y borrar lo que sea que estaba sintiendo, Sirius y Kingsley quizás pronto encontraran pruebas suficientes para derrocar al ministro y así no tendré que casarme.



Hermione había dicho que no era nadie en su vida y así seria de ahora en adelante.

Inconmensurable (Hermione Granger)Where stories live. Discover now