Mi vecino es un hombre lobo

Capítulo 35.

Capítulo 35.

Sus manos tocan las mías y el mando de la consola, y sus pulgares acariciaron la piel de mis manos. Mis ojos se fijaron en los movimientos circulares y lentos que realizaba. Y la piel de mis manos se iba erizando. Era diferente al tacto de Calum, las manos de Calum eran más ásperas más grandes y transmitían más calor y sobre todo más seguridad. Era agradable, pero no llenaba ese vacío en mi corazón, y solo había una persona que podía llenar ese vacío, y esa persona era Calum. Eliminé esos pensamientos, Calum había vuelto a hacer su vida, y ya no me necesitaba ni me quería. Sí, duele reconocerlo, pero es el primer paso para sobrellevarlo y dejar de un lado a ese hijo de puta para poder rehacer mi vida.

De repente vuelvo a la realidad y noto que Alex se ha cercada bastante más, casi puedo notar su aliento chocar contra mis labios. Un nudo se forma en mi garganta, sé lo que viene, ¿Debería besarlo? La idea hace que se me retuerza el estómago y que una imagen de un Calum defraudado surja en mi cabeza, y entonces me doy cuenta, tengo que besarle.

Antes de que me arrepienta atrapo su cuello con mis dos manos y lo atraigo a mi boca, moviendo los labios con intensidad. No tarda en corresponderme y me guía hasta su regazo, donde me siento y comienzo a mover los labios más rápidamente.

Su lengua se introduce en mi boca y una lágrima resbala por mi mejilla.

Al notarlo , saca su lengua y se separa, mirándome con ojos preocupados y acariciando mi mejilla con adoración y cariño.

Me siento sucia y las lágrimas piden salir de mi garganta, joder le he utilizado, le he utilizado para olvidarme de su primo, y no ha podido ser.

No quiero llorar delante de él y preocuparle, no me merezco ni siquiera que me mire, no sabiendo que lo he utilizado a él, a mi amigo, el que nunca me ha abandonado y el que siempre ha estado ahí para mí, y por él que he estado enamorada siempre antes de que llegara su primo al vecindario. Asqueroso y sexy Calum.

Alex me mira con ojos apenados.

- ¿Estás bien?  -Pregunta preocupado, mirádome fijamente.

Asiento con la cabeza, por que si hablo creo que voy a balbucear como una estúpida.

Me impulsé hacia sus brazos e hice que Alex me abrazara con fuerza. Mis lágrimas mojaban su camiseta.

- Ehh, tranquila. – Susurró en mi oído.

La puerta de entrada resonó y giramos nuestras cabeza en esa dirección. La figura de Calum apareció en el umbral de la puerta.

Sus ojos nos miraron intensamente, pero en seguida apartó la mirada de mí y la posó en Alex.

Se veía claramente tenso, pero su semblante seguía indiferente. Carraspeó.

- Hola. – Pasó por nuestro lado y dio una mirada abrasadora a Alex mientras lo hacía.

En un movimiento inconsciente estiré la mano y sus dedos rozaron los míos, un calor me invadió y quise aferrarme a él con todas mis fuerzas.

Sus ojos se conectaron conmigo pude notar la chispa en su mirada.

Estaba en el claro, si otra jodida vez, en el puto claro donde sucedió todo, donde Calum consiguió su cicatriz y donde me peleé con un hombre lobo.

Esta vez no llevo un camisón, no, llevo ropa de calle normal y corriente.

Los arbustos se comienzan a mover, y me espero a la plasta de la abuela del retrasado de Calum. Pero sorprendentemente no es ella.

La figura de Calum sale de entre los pequeños matojos de ramas y yo me tenso, mierda si esta aquí, ¿Esto será un puto sueño?

- Sí, estás en un sueño. – Dice mientras se coloca en frente de mí.

- Genial, le echo de menos que estoy empezando a soñar con él. - Murmuro.

Él frunce el ceño y después suelta una carcajada al aire.

- ¿Qué mierda es tan gracioso? – Le replico.

- Nada. – Niega con la cabeza.

- Pues entonces cierra la boca, por que te echado un montón de menos y joder casi me muero de celos cuando te veo con mi ex amiga.

Sonríe arrogante. Joder, incluso en mis sueños le odio a muerte.

- Bien, porque yo también me he puesto jodidamente celoso cuando te he visto en los brazos del cabrón de mi primo. – Gruñe.

Por lo menos el Calum de mis sueños aún le importo no como el de realidad.

- Quiero decirte que soy el Calum de verdad.

¿Eh?, ¿Qué mierda dice?

- Los hombres lobo nos podemos meter en los sueños. – Murmura. – Como cuando mi abuela se metió en tu cabeza para decirte lo del reto Cachilipúchili.

Al principio quiero reírme y decirle que solo es parte de mi imaginación y de mis ganas de que vuelva conmigo y que me mire y me quiera, pero después comienzo a reflexionar sobre lo de abuela y me doy cuenta de que es verdad, mierda, ¿Por qué le habré dicho eso?, ¿Y qué mierda hace en mis sueños? Le miro y ahora quiero gritarle por no decirme la verdad y a la vez quiero lanzarme a sus brazos, maldita bipolridad.

- ¿Por qué mierdas estás aquí? – Le pregunto en tono borde y cortante.

Al oír mi tono su sonrisa desaparece de su rostro y es sustituido por un semblante inexpresivo.

- Vengo a decir que vuelvas conmigo.

Mis ojos se abren como platos, ¿Después de todo?, Es imbécil, pienso.

La duda me embarga, joder, si o no. Una parte de mí quiere gritar y decir que sí, otra quiere pegarle una patada en el culo y mandar le a la mierda, y por votación, gana el mandarle a la mierda. Soy demasiado orgullosa como para volver con él y quiero conservar mi dignidad.

- No. – Digo cortante.

Su expresión se vuelve dolida como si le hubieran pegado un puñetazo. No va a conseguir nada con esa carita de cachorro abandonado en medio de la lluvia.

Se intenta acercar a mí, pero retrocedo, y me repito a mi misma que es un sueño y que está en mi cabeza y que lo puedo controlar yo.

Mi mente intenta echarlo, me lo imagino saliendo de mi sueño y su imagen comienza a temblar, me cagüen en la leche, esto funciona, estoy en pleno éxtasis.

- Tengo que explicarme. – Dice antes de que su imagen desaparezca de mi sueño.

Lo celebro dando palmaditas en el prado, wow, ha sido increíble, tengo poderes mentales, lo vuelvo a celebrar, cuando…

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Nuevo capítulo. 

¿Qué querrá decir Calum?, ¿Qué pasará? 

Hasta el próximo capítulo.