Capítulo 40.

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Capítulo 40.

Mis ojos se abren y creo que voy a coger ese bote y se lo voy a meter por el culo.

Me mira, esperando que diga algo, pero al no responderle cierra la bolsa que llevaba y la deja en una esquina.

Su mirada se posa en mí y esboza una sonrisa.

- Creo que ya es suficiente por hoy. - Cierra la bolsa. - Pero puedes presentarte a la hermandad, por si te cogieran.

Fruncí el ceño, o sea que no era un pequeño grupo liderado por James, sino una hermandad que no aguantaban a los hombres lobos.

- La prueba es esta tarde, te darán una capa púrpura, harás una serie de pruebas y si era de su agrado conseguirás pasar a ser de la hermandad.

Lo de la capa púrpura la verdad, molaba, pero sonaba friki de narices.

La capa picaba de narices, sí no llevaba nada debajo, vamos, una ráfaga de viento y se me veía todo. La puerta de entrada estaba enfrente, era un pequeño edificio, la verdad es que bastante sucio y cutre, pero tampoco me iba a poner a criticarlo.

Daniel abrió una pequeña verja y pasamos los dos por un pequeño y oscuro pasillo, lo recorrimos en silencio hasta llegar unas lagas cortinas de color rojizo, otros dos encapuchados salieron y se agacharon levemente para saludarme, yo hice lo mismo, siguiéndoles el rollo, que gente más rara que eran en ese lugar.

Me dejaron pasar a la habitación detrás de las cortinas, estaba rodeada de humo, joder, casi me ahogo, que abran una ventana, la puerta o algo.

Los otros integrantes de la secta se adentraron en el lugar y formaron un círculo, arrodillándose, algunos y otros manteniéndose de pie, mientras alguien.

Giré mi cabeza, y casi me caigo de culo, Jake, el supuesto Jake, se alzaba delante de mí, con una cicatriz cruzaba su cara.

Me tapé la cara para que no me pudiera ver y le seguí con la mirada, parecía el jefe, pero eso no encajaba, él era un hombre lobo, no podía estar matando a hombres lobo, si eran de su raza, y encima había sido el anterior alfa.

Los que estaban agachados se postraron en el suelo y él les hizo una señal para que se levantaran del suelo.

- Bien, quiero conocer a los que e presentan para estar a la hermandad.

Ese era el tono de voz de Jake, estaba segura de ello.

Cada uno de los que se habían quedado de pie dieron un paso adelante, incluida yo, ya que Daniel me empujó por la espalda, casi cayendo contra el suelo de moqueta color verde, sí, la verdad es que la decoración era rara de narices.

El techo de color blanquecino, las paredes púrpura y la moqueta rojiza.

Él también llevaba una capa, pero era de color verdoso y de terciopelo, sí a juego con la cortina de la entrada e la habitación.

De su capa sacó una daga afilada y con el mango con extraño símbolos.

- Se tendrán que cortar el brazo, y analizaré la sangre para saber si alguno de vosotros es un hombre lobo o si ha tenido relaciones con ellos hace poco.

Mi cuerpo se tensó, no sabía si se refería a sexo o simplemente estar con ellos.

El cuchillo llegó a mis manos y lo cogí con las manos temblorosas, pensé en que tenía que hacerlo por Calum y corté suavemente mi carne, haciendo que una fina línea de sangre recorriera mi piel. Otro de los integrantes del grupo recogió mi sangre en un bastoncillo para la cera e lo oídos y se lo llevó hacia Jake, que olió todos y dio su consentimiento.

Mi vecino es un hombre loboUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum