Capítulo 3.

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Capítulo 3.

El timbre de la casa sonó, no nos separamos, es más, profundizó el beso Alex metiéndome la lengua en la boca.

La puerta se abrió y apareció Freya riéndose con Calum.

Nos separamos rápidamente.

Se preguntaran, ¿Cómo han entrado? Pues mi mejor amiga tiene llaves de mi casa.

- Wow, ustedes no pierden el tiempo. – Dijo Freya con una sonrisa.

Calum salió corriendo de mi casa, ¿Qué narices le pasa?

P.O.V. Calum.

Por la tarde observé a Freya dirigirse a la casa de Charlotte, así que me ofrecí a acompañarla.

Era una chica simpática y agradable.

Llamamos al timbre, nadie nos abría.

Estaba ya dispuesto a volver a mi casa, cuando Freya de su bolso saca unas llaves y las tintinea, que me imagino que serán de la casa de Charlotte.

Me rió.

Abre la puerta y lo que me encuentro no es nada de mi agrado.

Mi primo besándose con mi alge.

Noto como se me oprime el corazón y salgo corriendo hacia el bosque, allí me convierto en el lobo de pelaje marrón que vio el otro día Charlotte.

Vuelvo al atardecer, el Sol se está poniendo, intento pensar en otra cosa, pero no puedo.

P.O.V. Charlotte.

Me siento culpable de haberle besado delante de Calum, ¿Por qué?, Ni idea, ya que Calum no es mi novio, por favor, lo conozco de un día, solo es mi vecino y me puedo besar con quien quiera.

A Alex se le nota nervioso, pero no me da tiempo a preguntar ya que sale disparado de casa, ¿Por qué son tan raros?, ¿Será de familia?, La verdad es que me jodía saber que había huido después del beso.

Freya se sienta al lado mío del sillón con una sonrisa triunfante.

- Sabía que ustedes dos acabarían liados.

Le doy una sonrisa triste.

- ¿Qué te pasa? – Pregunta.

- No lo entenderás.

- Cuéntamelo, soy tú mejor amiga.

- Me siento como mal por haberlo besado delante de Calum.

Ella se queda pensativa.

- Seguramente piensas que le estás engañando.

Asiento con la cabeza.

- Hay dos opciones, una, tú crees que le gustas y a ti también te gusta y no quieres dañarlo, segunda, te gusta y no quieres que piense que tienes novio, o que estás liada con su primo, porque lo quieres para ti.

Me quedo pensando en lo que me ha dicho, creo que demasiado rato, por que Freya me mira con cara de aburrimiento.

- No sé. – Digo finalmente mientras me encojo de hombros.

- Me voy para que te aclares. – Coge su bolso, se despide de mí y sale de casa.

No creo que me guste Calum, apenas lo conozco y yo no creo en el amor a primera vista, ni esas mierdas, yo creo que después de un tiempo conociendo a la persona te enamoras, y punto y final.

La puerta principal se abre y llega mi madre, me paso toda la tarde restante ayudándola y conversando con ella.

De repente me acuerdo del lobo de la noche anterior y me apetece tener una mascota.

- ¿Me dejarías tener un perro? – Pregunté a mi madre, ya que seguramente no me dejará tener un lobo.

- Está bien cariño, ¿A qué se debe ese interés tan de repente?

- Es que siempre he querido un perro.

Eso era cierto.

- Iremos mañana a la tienda de mascota.

Doy palmaditas con una boba por el salón, le llamaré Tobby.

……….

Por la noche oigo aullar, el lobo de la otra noche está en mi jardín.

Esta vez quiero velo desde más cerca, y con más claridad, para poder fijarme en esos ojos que me tienen fascinada.

Me asomo por la ventana de la cocina, se acerca unos pasos a mí, y no siento miedo, siento confianza, como si ya lo conociera.

Las ganas de acariciar su pelaje son cada vez más fuertes, así que dejo el lado racional y me dirijo a la puerta principal, con la mano temblorosa, abro la puerta.

El lobo se acerca más a mí, con cuidado le acaricio la cabeza, cierra suavemente los ojos, parece que le gusta.

Le tomo un poco más de confianza y le acaricio con las dos manos, me lame la mejilla.

- Que asco. – Le digo riéndome. – Te pondré un nombre.

Aúlla, no sé si eso quiere decir que le gusta la idea, o no.

- Me recuerdas a mi vecino, así que te llamaré Calum, la verdad es que es un nombre bonito. – Digo pensativa.

Restriega su cabeza por mi cuerpo.

- Te peinaré.

Creeréis que soy la chica más rara del mundo por peinar a un lobo, pero nunca he tenido un perro y siempre le he querido hacer un quiqui, ¿Me comprenden ahora?

Voy a por un cepillo de pelo y unas pequeñas gomitas.

Le hago tumbarse y empiezo a peinar su áspero pero a la vez suave pelaje, después de un rato le cojo un mechón de la cabeza y le hago un quiqui, se ve precioso.

Parece que no le gusta porque se lo intenta quitar meneando la cabeza.

- Como te lo quites dejo de ser tú amiga.

En seguida para de hacer eso.

- Buen Calum. – Digo acariciándolo detrás de las orejas.

Después de que el sueño me venza en el salón, noto como unos brazos me suben y me dejan en mi cama.

P.O.V Calum.

Vuelvo a casa con un quiqui en el pelo y una estúpida sonrisa de enamorado. 

Mi primo se ríe en mi cara.

- ¿Quién te hizo eso?

- Charlotte, mientras estaba en forma lobo, creo que la visitaré todas las noches, y que sepas que aún estoy enfadado por que le hubieses besado, pero te perdono porque eres mi primo.

- Creo que cree que eres una especie de perro.

- Me llamó Calum, dijo que le gustaba mi nombre.

En cuanto lo digo una sonrisa de tonto vuelve a aparecer. 

P.O.V Charlotte.

A la mañana siguiente, creo que he soñado lo del lobo, pero no ha podido ser así, porque aún, en el salón están el peine con las gomitas.

¿Cómo he llegado a mi cuarto? 

…....

Salgo por la puerta y miro a Alex ruborizada, aún me acuerdo del beso, y espero que eso no afecte a nuestra amistad.

Los veo besándose....

.........

¿Quiénes serán los que se besen?, En el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboOù les histoires vivent. Découvrez maintenant