Capítulo 36.

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Capítulo 36. 

Lo celebro dando palmaditas en el prado, wow, ha sido increíble, tengo poderes mentales, lo vuelvo a celebrar y suelto un gritito agudo al aire.

Mi mente, agotada de tanto luchar con él estúpido de Calum y su presencia en mis sueños mientras duermo, decide sumergirse en un sueño muy profundo.

A la mañana siguiente me despierto por la luz del Sol, joder, mis ojos escuecen y tengo un punzante dolor en la cabeza, como si me clavaran un tornillo en medio del cráneo.

Masajeo mis sienes con las dos manos, haber si se va el dolor, pero no tengo tanta suerte, el dolor sigue ahí, y parece que no se quiere ir, me tendré que tomar una pastilla.

Bajo a la planta baja y mi madre me llama, ¿Qué querrá ahora? No estoy de humor para lo que sea que me quiera decir.

Me acerco a ella, me da una sonrisa amable, de esas que utiliza cuando tenemos visita, frunzo el ceño, ¿A estas horas de la mañana? Pienso que son mis imaginaciones hasta que veo la figura de Calum en la cocina, parece que su presencia llena todo el lugar.

Sus ojos chocan con los míos, veo que me suplica con la mirada, mierda, ¿Por qué ha venido aquí? No le quiero ver.

Mi madre me mira al ver que no le saludo, ruedo los ojos y me acerco a Calum a regañadientes, no quiero saludarlo, pero tampoco quiero que mi madre sospeche cualquier cosa, como que ha pasado algo entre nosotros dos.

Me acerco a Calum y le doy dos besos en la mejilla, él aprovecha para hundir su cara en el hueco de mi cuello e inspirar profundamente. Antes de separarme, sus dientes se hunden en mi lóbulo y da un leve tirón que hace que me estremezca y que suelte un suspiro. Joder, que floja que soy.

La sonrisa burlona ha sustituido cualquier signo de súplica de su mirada. Miro a mi madre, no se ha dado cuenta de nada, mejor, no quiero tener que dar explicaciones de una actual nula relación con mi vecino hombre lobo.

Mi madre al ver el silencio que reina en la habitación se pone a preguntarle cosas triviales a Calum, mientras yo estoy deseando salir de ahí, pero mi madre no me lo permite con la mirada, sé que si me salgo de ahí después vendrá una charla sobre la mala educación que tengo, y no quiero eso, gracias. Ya me duele bastante la cabeza como para oír una de sus charlas.

- ¿Alguna chica en tu vida? – Pregunta mi madre a Calum.

En ese momento presto atención, eso de verdad me importa.

Puedo notar la mirada de Calum quemándome la espalda, pero no pienso devolverle la mirada.

- Sí, una chica que no quiere escucharme y creame que la conoce..

Al oír eso abro los ojos un montón y me giro para mirarle, ¿Está tonto o algo? No puede decir eso delante de mi madre.

La risa de mi madre llena la habitación, no me mira, no creo que baraje la idea de que pueda ser yo, que equivocada está.

- ¿La vecina de en frente? - Pregunta mi madre.

La vecina de en frente es una chica que trabaja de dependienta de una tienda, rubia, y la verdad, bastante tonta, una vez creíamos que la habían asesinado por el grito que pegó y solo era una rata que se había colado en su casa.

Calum niega con la cabeza, y le miro a amenazadoramente.

El teléfono suena en el salón, mi madre se disculpa y sale en seguida de la habitación y Calum y yo nos quedamos solos, genial, sarcasmo, justo lo que quería que pasara.

Me voy a retirar cuando Calum agarra mi brazo del codo y me atrae hacia él, tanto, que su torso está pegado a mi espalda y puedo notar su respiración en mi oreja, pausada, me muevo pero me sigue agarrando del codo.

- Déjame explicarme. – Su boca está pegada a mi oído.

Me estremezco, no le voy a dejar explicarse, ya sé bastante, él se separó de mí, no tengo porque escucharle más.

- No. – Niego con la cabeza. – Aparte ya tengo novio.

¿Qué mierdas he dicho? Su cuerpo se tensa y gruñe en mi oído, es un gruñido posesivo.

- Eres mía, eres mi hembra, mi alge y no te voy a dejar en manos de cualquier desgraciado. – Su tono es demandante y posesivo.

Sé que se ha enfadado, está claro, casi puedo oler su posesividad.

- Quiero conocerle. – Demanda.

Suelto una carcajada al aire, no tengo novio, él no lo sabe, pero aunque lo tuviera no me gustaría que Calum lo desgarrara con sus zarpas.

- No quiero que le asustes, ni que le muestres esa vena de posesivo que tienes cuando no somos nada.

Me ha costado decir eso, pero sé que lo tengo que decir, tengo que ser fuerte.

Los nudillos de Calum cogen un color blanco muerto, tengo miedo que se rompa la mano.

- Le haría mucho más. – Susurra otra vez cerca de mi oído. – Le desmembraría y con los restos de su cuerpo escribiría que tú solo puedes ser mi novia.

Me estremezco ante la visión en mi mente, no quiero que nadie acabe así.

- Ahora dime su nombre. – Su voz ya no tiene un tono sensual, ahora es dura.

No hablo, no quiero decir ni una palabra.

Sus manos se apoyan en mis hombros y gira mi cuerpo en su dirección. Sus ojos chispean y tiene una sonrisa juguetona en el rostro, este tío si que es bipolar, cambia de parecer todo el rato, no he conocido a alguien más bipolar que él, debe ser propio de los hombres lobo, porque Alex también es así.

- Pues si no me dices el nombre de tu novio, creo que me mientes, y entonces te puedo besar.

Su dedo se posa en mis labios y pasa su dedo lentamente por ellos, le aparto la mano rápidamente.

Sus manos se vuelven a colocar en mis hombros, y antes de que me de cuenta estoy contra la pared.

- Mañana veré a tu novio o subiré a tu habitación y te haré mía y después te marcaré.

Rápidamente se aleja y en ese instante entre mi madre en la habitación con una sonrisa falsa otra vez en la cara, todavía estoy con el corazón dando saltos y desbocado. Ha dicho que me hará suya, joder, eso no puede pasar, y si eso significa lo que significa no puedo permitirlo, tengo que encontrar a alguien que se haga pasar por mi novio.

Miro en dirección a Calum sus ojos brillan y me guiña el ojo mientras me esboza una sonrisa sensual, joder, es jodidamente sexy, pero me da igual, es estúpido no puede llegar a mi casa y decir que va a tener sexo conmigo si no le presento a mi supuesto novio, eso claramente no es muy normal. Eso te pasa por relacionarte con hombres lobo, dice mi subconsciente, suspiro frustrada, tiene razón, Alex por lo menos era más o menos normal, pero Calum está como una cabra.

Me he sumido en mis pensamientos unos minutos, y antes que me de cuenta Calum se va de mi casa volviéndome a guiñar un ojo y sonreír con esa sonrisa de seductor moja bragas que tiene, joder quiero odiarlo pero no puedo, estúpido y sexy Calum.

En cuanto se va mi mente maquina un plan, cuando…

.............. 

Nuevo capítulo. 

¿Volverán a ser pareja?, ¿Qué pasará? 

Hasta el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboWhere stories live. Discover now