Capítulo 15

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Capítulo 15.

Un papel que había tirado por el suelo y arrebató un lápiz de mi escritorio.

Y se puso a escribir.

“Lo siento.”

Puso cara de cachorrito, puse los ojos en blanco, estúpidos encantos lobunos.

Acaricié su cabeza levemente.

- Solo esta vez, pero como vuelvas solo a poner una zarpa sobre Alex, aunque sea un mentiroso, no te perdonaré en la vida.

Asintió con la cabeza, parecía eufórico.

- Relaja, lobito. – Me reí.

Se acercó y se tumbó en mi cama.

- ¿No tendrás pulgas?

Me gruñó.

Me tumbé a su lado y le acaricié el lomo, a lo que él cerró los ojos.

Me desperté tiritando me había olvidado de la ventana y el viento entraba en la habitación.

Lo de anoche, ¿Había sido un sueño?, ¿O había sido real?

Giré mi cabeza y mi cama estaba vacía, así que saqué la conclusión de que Calum no había venido a pedirme perdón, eso era bastante predecible, me parecía que era demasiado orgulloso.

El tono del teléfono me sacó de mis pensamientos, así que lo cogí y leí el mensaje:

“Tenemos que vernos.

Daniel.”

Creo que me había entrado un ataque de risa en ese momento.

Me tiré al suelo mientras me agarraba el estómago.

Después de medio minuto así me senté en la cama y decidí pensar que responderle, claramente no me caía bien, pero tenía curiosidad y según dicen, la curiosidad mató al gato.

Le respondí:

“Está bien.

En el parque en una hora.”

Aceptó mi idea, la verdad es que me daba más confianza verme con él en un lugar público.

Me puse lo primero que conseguir coger del armario y salí de casa, llevándome a Esmeralda que parecía bastante nerviosa, por lo que pensé que necesitaba un buen y relajante paseo.

Llegué a un banco, habíamos quedado bajo este roble.

Apareció después de unos minutos, completamente serio, lo que me hizo fruncir el ceño, ¿Dónde estaba esa sonrisa arrogante y sarcástica?

Se acercó a mí.

- Hola, Charlotte. – Dijo con una sonrisa, quizá un poco forzada.

Me abrazó, por lo que me tensé, ¿Y me olisqueó?, ¿Qué era?, ¿Un perro?

Puse una mueca de asco pero no dije nada sobre ello.

- Te tengo que decir una cosa. – Comentó completamente frío otra vez. - -Aquí no.

Eso no lo iba a permitir, no me iba a ir con él.

- No voy a estar en ningún lado contigo sola. – Repliqué.

De repente miró alrededor y salió corriendo de mi lado.

Wow, que tío más raro.

Apareció de la nada, un chico de cabello oscuro y piel aceitunada, su cara me resultaba familiar.

- Me llamo Jake. – Se presentó. – Soy el que te metió en su casa cuando te mordió el imbécil de Calum.

Asentí con la cabeza.

- Soy Charlotte.

- Ya lo sé, esos dos no paran de hablar de ti.

- ¿Quiénes?

- ¿Quiénes van a ser? Calum y Alex, los traes loquitos.

- Seguro. – Dije con sarcasmo.

- Pues si no me quieres hacer caso, no me lo hagas, pero lo que te digo es verdad.

Me sentía un poco incómoda con el tema de esos dos así que decidí hablar de otra cosa.

- ¿De qué los conoces?

- Calum es mi mejor amigo, y su primo es una especie de hermano menor para mí.

O sea, que los conocía a fondo, seguro que mejor que yo.

- A veces se comportan como imbéciles, así que no les hagas caso.

Me reí ante su comentario, Jake, era agradable.

Nos quedamos hablando bajo el roble mientras Esmeralda jugaba con los cordones de sus zapatillas, claramente era un hombre lobo, por que sino ya le hubiera mandado a paseo.

De repente se tensó.

- Están otra vez aquí. – Susurró para si mismo.

Le miré confusa, ¿A qué se refería?, ¿Por qué se comportaba tan extraño?

Me cogió en brazos rápidamente, junto con mi perro.

Yo lo miré impresionada por su increíble fuerza y velocidad.

Me agarré a su cuello y empezó a correr hasta que llegamos a mi casa, donde me dejó en el suelo.

Me agarré la cabeza, tenía un increíble mareo.

Me abrió la puerta, y prácticamente me empujó dentro.

- No salgas de aquí. – Susurró antes de convertirse en un precioso lobo color plateado, que iba hacia el bosque.

Le seguí con la mirada hasta que se perdió entre los árboles y me adentré de nuevo en la casa.

Sentía el encuentro irreal, había sido increíble, pero a la vez misterioso y extraño.

No comprendía nada, y lo que más me intrigaba era: ¿De qué me quería hablar Daniel?, ¿Y por qué en privado y no en el parque?

……….

Me levanté de la cama, tenía un mensaje en el móvil.

“Los médicos calculan que Alex despertará hoy por la tarde, te iré a buscar al instituto.”

De Calum.

No tenía muchas ganas de ver a Alex, pero aunque no fuera mi novio, seguía siendo mi mejor amigo, y por lo menos se merecía que lo visitara después de haber estado inconsciente.

Me vestí y me preparé para el instituto.

Me despedí de mis padres y Esmeralda y salí de casa con prisa, ya que llegaba un poco justa de tiempo.

Al llegar al instituto la verja negra estaba cerrada, ya no me dejarían entrar en el recinto, y ni pensar a las clases,y pasaba de saltar la valla.

Me senté en el suelo, suspiré resignada y peiné mis pelo con los dedos.

Era el primer día que llegaba tarde en todo el año, pero no me gustaba faltar a clase.

No había dormido muy bien, había estado dándole vueltas al asunto de Daniel, de Alex, de Freya y de Calum.

Mis ojos estaban a punto de cerrarse cuando…

...............

Nuevo capítulo.

Primero quiero disculparme por no subir ningún capítulo antes, he tenido que estudiar un montón.

¿Qué querrá decirle Daniel?, ¿Qué pasará cuando despierte Alex?

Hasta el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora