Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

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Mi esposo sufrió una herida grave en la cabeza.

Sé que no le gustará si voy a verlo, pero como una persona a la que se le ha negado, tengo que visitarlo, así que tomé una decisión y entré a su habitación.

─...El olor a medicina.

Su habitación, que antes, tenía un leve aroma a bosque, olía a medicina amarga. Parecía que el médico acababa de hacer una decocción.

─Oh, estás aquí.

El médico que me encontró parada al azar en la puerta dijo
─: A juzgar por la falta de tensión, parece que el estado de su esposo no es grave.

Bueno, pensé que lo sería, pero...

─Porque es una persona muy fuerte.

La figura de su esposo estaba oculta a la vista por el dosel.

Mientras estaba agachada, incapaz de acercarme a la cama, el médico tratante enarcó una ceja y comenzó a explicar.

─Estaba sangrando profusamente cuando recién lo trasladaron, pero ahora se encuentra bien. Es muy resistente.

─Sí, lo es...

Respondí con una vocecita como una serpiente de cascabel, bajé las manos y las apreté con fuerza.

Mi esposo, Theodore Valentin, es descendiente de un héroe de la era mítica, posee habilidades físicas y resistencia que van más allá de los límites de la gente común.

Cuando escuché que estaba gravemente herido mientras iba al campo de batalla para cerrar la grieta que derrama monstruos, también me sorprendí. Parece que fue una preocupación inútil.

─Aún necesita descansar bien, así que sería útil que desaparezca rápidamente.

Moviendo mis manos, retrocedí lentamente. Al verme así, el médico tratante se levantó de su asiento, se hizo a un lado un poco y preguntó.

─¿Ya se va?

─Uhm, sí.

─Debes ver el rostro del maestro...

─...

Este doctor... Después de todo, es un oficial militar. Solo ha estado en el ejército, así que no conoce los detalles.

─Será más útil para el Duque recuperarse si no nos vemos. Bien entonces...

─¿Sí? Pero eso...

Fue el momento en que el desconcertado cirujano dio un paso hacia mí.

De repente se escuchó el sonido del dosel al ser levantado. Cuando estaba a punto de volverme hacia la puerta, me detuve y me puse rígida.

Los ojos azules saturados me miraron fijamente.

Fue el rostro de mi esposo el que vi por primera vez en 4 semanas.

Seguía siendo terriblemente hermoso. Como noche profunda, cabello negro y ojos de zafiro azul de alta pureza. Los rasgos suaves y esculpidos estaban en perfecto equilibrio.

Mi esposo, el duque de Valentin, Theodore.

Yo era su único defecto, del impecablemente perfecto.

─Mujer...

Hice una pausa por un momento, quien casi lo había llamado 'Cariño' sin darme cuenta. Era tabú llamarlo por su nombre de pila o por un nombre amistoso entre marido y mujer... Porque somos asi, asi que...

─...Duque.

Eso estuvo bien. Un lugar donde no sería raro convertirse en un extraño en cualquier momento. Un nombre que le sienta bien. Lo llamé 'Duque' o 'Señor' y él me llamó 'Señorita Everett'.