Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

28

Recientemente, ha habido una atmósfera extraña en la mansión de Valentin. Era porque la actitud de Theodore hacia mí había cambiado.

Los rumores de que la Sra. Seymour me había abofeteado ya se habían extendido por todo el castillo, lo que enfureció mucho a Theodore.

Los que difundieron esto probablemente fueron las personas que se colaron y escucharon ese día. Ayla fue expulsada del castillo y Serena fue puesta bajo custodia.  Parecía que Theodore sentía pena por Serena y no la castigaría severamente. Además, ella solo había sido engañada por Ayla.

"Señora, ¿responderá a la carta de la princesa Albinis?"

Charlotte vaciló y yo pensé por un momento antes de negar con la cabeza.

Esta mañana llegó una carta de Adeline Albinis, que no era muy poética.

"No tendré que responder. La veré pronto de todos modos" —dije, parándome frente al espejo, arreglando mi ropa.  “Tráeme una pluma más, en rosa"

"Sí, señora"

Charlotte, que se movió rápidamente, trajo un adorno de plumas rosas.  Adorné el sombrero de marfil con él.  Este sombrero ya tenía algunas plumas blancas, pero se sentía tan enfermizo porque solo era blanco. Tenía una tez pálida como alguien que estaba a punto de morir, así que necesitaba aligerar ese estado de ánimo.

"¿Necesitas algo más?"

"...Bueno, supongo que eso es todo lo que tengo que hacer.  Ahora vámonos de aquí"

Cuando bajé al primer piso con Charlotte, los empleados que estaban en la entrada me vieron y me saludaron. La forma en que se capturó la imagen fue 180 grados diferente a la anterior.  En el pasado, era un matiz que parecía ser arrogante e inevitablemente educado.
En lugar de estar feliz por este cambio, fue divertido.  La gente siempre es así.  Se deja influenciar fácilmente por la opinión pública en lugar de apegarse a sus propias creencias. 

Cuando Theodore vuelva a ser el mismo de antes, volverá a cambiar de actitud como si siempre lo hubiera sido. Por supuesto, no creo que el favor de Theodore conmigo continúe.

Una fría sonrisa se formó automáticamente en mis labios.

Tan pronto como salí por la puerta principal, me encontré con los ojos de la Sra. Seymour, pero ni ella ni yo nos saludamos.  Al ver esta escena, estaba claro que los sirvientes chismearian entre ellos.

'Es aburrido.'

Con una desilusión familiar, salí al jardín y vi un carruaje estacionado frente a las escaleras.  El mago de la familia Valentin, que estaba de pie junto a mí, me miró y se inclinó en silencio.
Este hombre era muy excéntrico, nunca me prestaba atención, a mi, que la gente de Valentin siempre maldecía, y siempre caminaba solo, murmurando palabras incomprensibles.
Incluso ahora, apartó la mirada de mí y miró fijamente al aire como si lo hubiera hecho desde que me había dicho hola.  Ser capaz de sumergirse en su propio mundo y vivir en él es una habilidad, en todo caso.

"Esposa." —la voz de Theodore vino desde atrás.  No importaba cuánto escuchara esa 'esposa', no podía acostumbrarme.  Por reflejo, casi arrugué la cara, me puse una máscara inexpresiva y miré hacia atrás.  Theodore me sonrió y me tendió la mano.

"Llego tarde.  Lamento haberte hecho esperar".

“….."

No queriendo mezclarme, negué con la cabeza y puse mi mano sobre la suya.  Sería una tontería quitarle la mano delante de mucha gente.
Theodore agarró mi mano con fuerza, bajó un poco la parte superior de su cuerpo y me miró a los ojos... Sus ojos eran tan meticulosos que era una carga.  Incluso en el clima ligeramente nublado, sus ojos eran de un azul brillante.