Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

29

—¿no? ¿Está ausente el duque Everett?

 Las agudas miradas de Owen y Hessen se retiraron de mí gracias al rápido paso del Príncipe Heredero.

Theodore, que estaba de pie junto a mí, pasó un brazo alrededor de mi hombro y me acercó a él. El acto de tratar de protegerme me hizo sentir indescriptible. A medida que el pasado y el presente se cruzan, la sensación de separación aturdió mi cabeza.

 Owen y Hessen, que se habían acercado, estaban hablando con el Príncipe Heredero. Era principalmente Owen quien me miraba, y Hessen fruncía el ceño mientras me miraba de vez en cuando. Fingí no conocerlos y evité su mirada.

 En ese momento, junto con una extraña sensación de ansiedad, se transmitió la peculiar presencia de alguien.

 Lentamente cambié mi mirada a la dirección en la que sentía la presencia.

 Inesperadamente, la persona que se sintió extraña era un desconocido que estaba parado un poco detrás de Owen.

¿Quién es…?

 Fruncí el ceño ligeramente ante el presentimiento inusual, pero el hombre levantó la cabeza y me miró fijamente. En ese momento, me congelé sin darme cuenta.  Los ojos del hombre estaban vacíos y fríos, como si no contuvieran nada.

Como una persona muerta.

—Señora, esa persona es el nuevo mago del maestro Owen.

 Entonces Charlotte susurró en voz baja desde atrás.

 Asentí en silencio y miré al hombre. Un rostro cubierto por una capucha y una muñeca desnuda asomando por debajo de las mangas largas.  La piel estaba muy pálida.

 No importa cómo te veas……  No parecía alguien que hubiera dominado la magia normalmente.

 'Sé que el momento en que el mago estuvo junto a Owen coincidió con la herida en la cabeza de Theodore.. .'

 En los registros militares que miré hace un tiempo… no había nada inusual.  Solo hubo una parte que me molestó particularmente, pero ese día, había muchos monstruos saliendo de la grieta, y los monstruos eran muy feroces.

'Está bien, hay algo extraño en ese mago.  Tengo un mal presentimiento.'

 Era solo un sentimiento simple, pero como no suelo ignorar mi intuición, no pude evitar preocuparme por eso.

—Hola, Lily.

 Una voz suave que de repente se clavó en mi oído dispersó mis pensamientos.  Después de conversar con el Príncipe Heredero, Owen me saludó.

 Me miró con una actitud arrogante llena del ocio del gobernante, como siempre. Cuando vi a Owen, me sentí indefensa y asesina al mismo tiempo.

 Mientras inclinaba la cabeza, Owen sonrió irónicamente. 

—Duque de Valentin, ¿Cómo están los dos?

 Se sentía como si el aire a mi alrededor estuviera congelado.  Esta vista debe haber dado a la gente un espectáculo emocionante.  Uno tras otro, se escuchó la fría voz de Theodore.

—Bien, gracias.

 —Sí, supongo que te gustó mi regalo.

 …¿regalo?  ¿qué regalo?  Fue la primera historia que escuché.  Frunciendo el ceño y mirando a Theodore, me miró con una expresión confundida y susurró un poco.