Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

30

—Vine hasta aquí, pero no veo un solo conejo. Me pregunto si los que se adelantaron realmente encontraron la presa... —la princesa murmuró en voz baja. Desde luego, no se veía ni una sola ardilla, y mucho menos un conejo. Pero había algo que le molestaba más que eso.

'¿Otras personas no sienten nada?'

A medida que el bosque se hizo más profundo, la sensación de algo cosquilleando en el aire se hizo más clara. No era desagradable.... Era como si pequeños pétalos volaran y jugaran suavemente entre sí. Traté de preguntarles a las personas a mi alrededor si se sentían extrañas, pero finalmente mantuve la boca cerrada. Si dijera algo inútil, podría haberme convertido en una persona extraña.

'...Debo estar alerta.  El mago de Owen es sospechoso...'

Reflexivamente dejé de hablar.  Una sensación escalofriante se apoderó de mí junto con la ansiedad. Si la sensación de que te hicieran cosquillas fuera del tipo inofensivo...  Era de la otra manera.

—¿Duquesa Valentin?

Al verme dejar de hablar y no moverme, la princesa inclinó la cabeza. En ese momento, de repente me di cuenta de lo que acababa de sentir. Eso es……  Era una sensación de distorsión del espacio. Solo una vez en Veronis, cuando estalló una grieta en el pueblo...

—¿Por qué es eso, duquesa Valentin? ¿Es demasiado difícil para ti montar a caballo?—Adeline se acercó y habló con un tono de lástima.  Le pregunté, arqueando las cejas.

—Hija del Duque de Albinis… ¿No sentiste nada?

Adeline hizo una mueca preguntando de qué estaba hablando. Giré la cabeza, la ignoré y le grité a la reina Elemel.

—¡Su Majestad, detenga la procesión!  ¡No puedes ir más lejos!

Fue el momento en que la vacilante Reina Elemel me miró. Justo donde estaba a punto de pasar, el espacio se dividió repentinamente y se creó una brecha.

—¡Se ha producido una grieta!

—¡Lleva a Su Majestad la Reina y Su Alteza a un lugar seguro!

Los que reaccionaron más rápido fueron los caballeros imperiales que escoltaban a la Reina Elemel y la Princesa Heredera. Rápidamente enviaron a las dos de regreso y luego avanzaron.  Los caballeros de la familia Valentin y otras familias también sacaron sus armas y fijaron sus filas.

—¡¿Qué es la grieta en el bosque Ashuriji?!

—¡Este ni siquiera es un momento en el que a menudo ocurren grietas…!

—¡Las grietas no suelen ocurrir en esta área! ¡Es la primera vez!

La gente gritaba salvajemente. En medio del caos, la misteriosa voz de Adeline voló junto a ella.

—Lily, ¿cómo supiste que habría una grieta?

…¿Es eso importante ahora? No quería tratar con ella, pero respondí con firmeza porque varias personas, incluida la reina, estaban prestando atención a esto.

—Parecía que el espacio se estaba retorciendo.

Ante mis palabras, Adeline frunció el ceño y abrió la boca.

—...Disparates. Para ese tipo de cosas, tienes que hacer un contrato con el espíritu…

En ese momento, una tremenda explosión sonó a través del bosque. El suelo tembló y el aire rugió con los temblores que destrozaron el espacio. Los árboles se tambalearon como si estuvieran siendo arrancados de raíz y las hojas se cayeron. Un aura maligna teñida de luz negra fluía de las grietas y grietas del mundo. Como si mirara una ventana rota, el pie de una bestia grotesca salió del más allá.  Era un monstruo.

Cuando se predijo la avalancha de monstruos, el yerno se quedó en silencio como si estuviera muerto, y la tensión se hizo más pesada.