Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

25.

Hay dos salas en el edificio principal del Castillo de Valentin. El Salón medio que está directamente conectado a la entrada principal, y el gran salón al que solo se puede acceder a través del salón medio.

El Gran Salón se usa principalmente para grandes banquetes y bailes de graduación, mientras que el Salón Medio juega un papel auxiliar. Naturalmente, el Gran Salón es más ancho que el Salón Medio.  

También era el Salón Promedio donde la Sra. Seymour y el Gerente General se reunían para educar a sus empleados.

—¿Sabes por qué la señora Seymour está interrogando a Charlotte?

—no… Acabo de presenciarlo desde lejos, así que no lo sé. —Jenna negó con la cabeza para responder a mi pregunta. Por un momento pensé por qué ella nos estaba ayudando a Charlotte y a mí. Es solo una especulación, pero Jenna parecía pensar que el cambio de actitud de Theodore cambiaría mi posición en el castillo.

Habría pensado que lo único que podía hacer con los ojos de la señora Seymour era informarme de la situación. Pero estaba equivocada. Al contrario de lo que esperaba Jenna, mi posición en este castillo no mejorará. Nadie sabe cómo cambiarán las cosas si la memoria de Theodore regresa.

Fue una tontería ver la situación de manera positiva y tener expectativas. No esperaría nada más. Sólo estoy haciendo lo que puedo en mi lugar.

—¡Dilo bien, Charlotte Brandon!

—Así es, eres la única que entró en la habitación del Comandante de los Caballeros. ¿Quién más lo habría robado?

A medida que nos acercábamos, escuchamos las voces agudas de la Sra. Seymour y una criada. No entré directamente, sino que me detuve en la entrada del salón y observé la situación por un momento.

—Yo no lo robé. Solo soy una doncella que cuida a mi señora, ¿cómo podría ser codiciosa y robar los adornos de oro del caballero? —Era la voz de Charlotte. Aunque estaba llena de arrepentimiento, habló con calma.

 Me paré detrás del poste y miré de cerca a la multitud que rodeaba a Charlotte, Sra. Seymour, dos sirvientas y tres sirvientes con una expresión severa. Por alguna razón, el comandante de los caballeros, que era el grupo al que se le robó la decoración de oro, no se veía por ninguna parte.

 Parece que Charlotte acudió al comandante de los caballeros para hacer mi mandado y quedó atrapada en esto. No sé qué pasó antes y después… Dos cosas eran seguras. Primero, el oro no fue robado por Charlotte. 

Aunque eso es obvio.

 En segundo lugar, de esos cinco, excepto la Sra. Seymour, dos podrían robar los adornos de oro.

Miré de cerca su tez. Uno parecía muy nervioso y el otro inexpresivo. Después de examinar otras partes de su apariencia además de sus rostros, volví a mirar a Jenna. Fue el momento en que abrí la boca porque tenía trabajo que hacer para Jenna.

—Vamos.

—Charlotte Brandon, debes ser golpeada para decir la verdad. ¡Súbete a la silla y enrolla tus pantorrillas!

'¿Qué?'

Escuché una historia increíble y abrí mucho los ojos.  ¿Vas a empezar a golpear sin ninguna evidencia sólida de que Charlotte lo robó? ¿Estás cuerda?

 '¿Por qué estás haciendo esto?'

Hice la pregunta inconscientemente, pero era una pregunta que no requería un pensamiento profundo.