Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

8

Es triste.

No pensé en eso. Ya había presenciado el estado de la finca, así que lo estaba esperando. Bajarme del carruaje y respirar este aire directamente me hizo sentir mucho peor de lo que pensaba.

─Esto es todo, por favor tenga cuidado.

Desde la entrada del pueblo, el conductor nos guió. Los dos caballeros de escolta no parecían tener malos sentimientos hacia mí. Fue un hecho sorprendente. Iba a hacerlo incluso si mostraba desaprobación.

La condición dentro del pueblo que siguió a los caballeros fue aún peor. La mayoría de ellos había perdido sus hogares debido al ataque de monstruos, y los heridos, que no habían recibido el tratamiento adecuado, estaban sentados al costado de la carretera.

Lo más difícil de resolver fue si se trataba de escasez de alimentos o porque había muchas personas que llenaban sus comidas con tubérculos, lo que es vergonzoso incluso llamar una comida.

Aunque salí con la ropa más frugal, incluso esta estaba hecha de seda. De repente, me sentí tan extravagante. Pensé que el pan y la cecina que traje para dar a la gente era un engaño.

─Vamos, ponte en fila.

Como era imposible no hacerlo, comenzaron a distribuir pan y cecina en el puesto de socorro como estaba previsto. Observé a la gente que se alineaba en silencio siguiendo las instrucciones del caballero con una mente complicada.

─Gracias.

─Disfrutaré esta comida.

Ha habido bastantes personas que han sido hostiles hacia mí, pero no ha habido casos en los que hayan intentado infligir daño directo. A la gente simplemente se le entregó la comida con la cara cansada, dijo mecánicamente, y luego se fue. Tal vez ni siquiera le quedaba la energía para odiar a alguien.

¿Padre sabe todo este infierno que creó?

No, él...  A el no le importará si ve esta vista. Porque mi padre es un gran hombre que puede gobernar el infierno. Los sentimientos como la compasión no eran innatos en primer lugar.

¿Por qué esa persona es el duque de Everett?

¿Será mi padre alguna vez castigado?

Estaba repartiendo comida en vano mientras repetía preguntas sin respuesta.

─¡Muere! ¡Tú, bruja! ¡Como la sangre del sucio Everett!

─¡...!

Un hombre del pueblo al que le entregaron la comida de repente me gritó y corrió hacia mí. Justo cuando una mano áspera y polvorienta estaba a punto de agarrar mi cuello, el caballero rápidamente me agarró y tiró de mí hacia atrás.

Fue Jeremy.

Al mismo tiempo, otro caballero, Will, agarró al hombre por los brazos y lo dobló hacia atrás para detenerlo.

Ocurrió en un instante. El hombre, que fue dominado por Will y cayó al suelo, me miró con los ojos rojos. Sus ojos estaban llenos de resentimiento.

─Oye, esto es difícil.

Dicho esto, Will, que estaba tratando de llevarse bien con los hombres, parecía preocuparse más por ellos que por mí. Como si pudiera entender por qué me atacó.

─Deja esto, caballero. ¡Incluso si me voy al infierno, mataré a esa bruja! ¡Maldito Everett! ¡Todo es por ustedes!

Me quedé mirando fijamente al hombre que gritaba de rabia. Todo el tiempo Will calmó al hombre, miradas acusadoras cayeron sobre mí desde todas las direcciones.