Capítulo 12

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Sol entraba al departamento sin hacer ruido, no sabía si Violeta estaba despierta o ya se había marchado. Corrió a su cuarto y cerró la puerta, se recostó en su cama y empezó a procesar todo lo que había pasado. Vio a Ava teniendo un trío, el ver eso le había resultado excitante: aunque, le dolía la espalda de estar toda la noche en la silla.

— Sol — Violeta toco la puerta — apúrate que nos tenemos que ir ya, llegaras tarde.

Recordó que tenía escuela, no pudo dormir nada, ya que había visto a Ava con sus acompañantes, además, que en los momentos que no hacían nada la silla no la dejaba dormir.

— Claro, ya desperté.

Entraba a la Universidad con lentes oscuros y un café muy cargado, no quería tener problemas.

— Hola, vimos tus fotos de la fiesta de Ava — Oriana le enseñaba el perfil con las fotos de la reunión — creí que no se llevaban bien.

— Todo es por el príncipe Emiliam — dijo Charlotte — ese hombre lo puede todo.

— Yo hago lo que sea por Violeta, es como una hermana — se detuvo Sol para explicarles a las chicas — sé que ella haría lo mismo por mí.

— Además, se ve que no hubo mucho sacrificio — veía Alize las fotos — se ve que Charles no te quitaba la mirada.

— Chicas, Charles no me interesa. Pueden conquistarlo.

Se miraban con malicia las chicas y sonreían. Sol las dejo y retomo su camino.

— Solange — le hablo Marie — sé que te pasa algo.

— Marie — se detuvo — extraño mi vida, mi gente y no es que ustedes fueran malos conmigo. Solo que me falta lo mío, ya no sé si hice bien en venir acá y encontrarme con asuntos raros que me sobrepasan.

— Solo recuerda que haces acá en realidad, que es lo que te motiva y cuál es tu meta.

Marie le dio una sonrisa y regreso con el grupo de chicas, tal vez, tenía razón y debía de recordar que era lo que hacía en ese lugar y que lo hacía por estar con Daniel.

Llegaba al bufete, tenía aún mucho que revisar. Iba ya a entrar a su oficina.

—Sol — la saludo Agnes — que bueno que te veo.

— Lo mismo digo, aunque nos vimos en la fiesta — ambas rieron — pero dime si te puedo ayudar en algo.

— Si, pero primero necesito hablar con Emiliam. Paso a su oficina y vuelvo contigo — Agnes se despidió para entrar a la oficina de su amigo.

Sol empezó a acomodar sus cosas y a trabajar. Tocaron la puerta y fue abrirla, viendo a Agnes y Emiliam. No habían tardado mucho en hablar.

— Pasen, siéntense.

Todos tomaron asiento y Agnes se veía algo impaciente.

—Vamos, dile — Emiliam le sonreía a Agnes.

— Mira, una de mis compañeras de trabajo no podrá ser mi dama de honor y quería que tú lo fueras — le decía sonriendo.

— ¿Segura?, apenas nos conocemos y quiero que lo pienses bien. Yo por mi encantada.

— Muy segura, además que quiero que seas la madrina de lazo con Emiliam

— Con gusto, pero no sé si a Violeta le molestara eso.

— Ella ya sabía que alguien más sería la madrina. No tendría porque — comento Emiliam — además, eres su amiga.

— Justo eso, ella no tendrá problema alguno. Pero quiero que de verdad aceptes, si dices que sí, hoy me tendrías que acompañar con las demás a comprar los vestidos.

Sol miró a Emiliam sabiendo que tenían trabajo.

— Solo serán un par de ocasiones, no te retrasarás mucho — Emiliam le daba su aprobación.

Sol se fue con Agnes, se reunirían con las damas de honor en una tienda. No solo verían el vestido sé las damas, también el de novia.

— Que bueno que llegan — les decía Ava abrazando a Agnes — así que Sol será la otra dama.

— Claro, le dije a Emiliam lo que pasaba y accedió a que Sol saliera un par de veces de la oficina.

— Bienvenida — le dijo Ava dándole una sonrisa.

Le presento a las otras dos damas, que eran primas de Agnes. Se llamaban Elizabeth y Elsa.

— Agnes nos habló mucho de ti — le decía Elizabeth, era castaña y de ojos verdes — esperaba que tú aceptaras ser la madrina y dama.

— Si, conociéndola se podía a llorar si no aceptabas — le dijo Elsa riendo.

— Van a espantar a mi querida Sol — Agnes las miraba mal.

— Es cierto, dejemos que nuestra amiga tome confianza — hablo Agnes.

Las empezaron a guiar, ellas veían los vestidos y se los mostraban a Agnes. Algunos les parecían bonitos, pero otros no muy adecuados para el evento.

— Se pondrán estos — Agnes les dio unos vestidos rojos largos sin mangas y escote en forma de corazón.

— Querida, se ven muy raros — le decía Ava mirando los vestidos.

— Pero son bonitos — le dijo Elsa dando vueltas con el vestido.

— Exacto, creo que se verían muy bien — Elizabeth parecía contenta.

— Si te hacen feliz y nos vemos bien. Por mí está perfecto — dijo Solnage.

— Bueno son tres a favor, así que nos quedamos con los vestidos — Agnes abrazaba a sus amigas, aunque Ava no parecía muy feliz.

Fueron por a los vestidos de novia, Agnes veía a todos.

— Ya llevamos varias tiendas — comentaba Elisa.

— Aún no encuentra su vestido, pero ya el tiempo lo tenemos encima — Elizabeth también veía los vestidos.

— Esperemos que en esta ya encuentre su vestido, al paso que vamos no se va a casar nunca.

— Lo encontrará, ella sabrá cuál es su vestido — Sol recordó cuando fue a la tienda de vestidos y como se veía de novia. Volvía la ilusión a ella y sonreía.

— Gatita, pareces muy feliz — Ava se acercó a ella y se lo dijo en el oído — serías más feliz conmigo en mi cama y con otro hombre.

— Sabes que tengo novio y lo amo.

— Lo podemos hacer con él — Ava empezó a reír — si tú quieres.

— No, yo solo quiero estar con él.

— Te quiero para mí y sé que serás mía — Ava se marchó con las otras chicas.

Sol no sabía que era lo que pretendía Ava, pensó que solo era un juego para ella. Pero esto se lo está tomando muy personal.

— Encontré uno — comento Agnes.

Se sentaron a esperar que Agnes se terminara de poner el vestido. Era de encaje con transparencias en los brazos y con un corte largo.

— Agnes, te ves hermosa — le decía Sol y se emocionaban de verla vestida de blanco.

Agnes se miraba al espejo, se sentía una novia de verdad. Sol recordó cuando fue por su vestido y que le hubiera gustado tener compañía como lo tuvo Agnes, una lagrima salió de sus ojos.

— Este es mi vestido.

La PianistaWhere stories live. Discover now