Capítulo 26

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Emiliam se acercaba a Sol poco a poco. La besaba con mucha prisa y pasión; Emiliam estaba ansioso por quitarle la ropa a Sol, mientras que ella solo se abrazaba muy fuerte a él. La adrenalina de que los descubriera crecía mucho más, parecía que eso era lo que en verdad los excitaba.

Sol no podía evitarlo, era tanto el deseo que sentía por Emiliam que únicamente quería volver a repetir lo de la oficina, y entendía que Emiliam deseaba más esto. Empezaron a quitarse la ropa y a darse caricias por zonas que la ropa no lo permitía. Realmente querían continuar y no detenerse nunca, la pasión los consumía cada vez más. Para su desgracia, no podían entretenerse mucho, así que en cuanto recobraron la razón, se vistieron.

— Emiliam, deberíamos parar esto. De verdad yo quiero a Daniel y a Violeta.

Emiliam no la miro, nada más se asomaba a la única ventana que daba a la salida de la casa y que realmente daba la luz.

— No sé ni que decirte. — Se volteó y la miro de pies a cabeza —. Ya sé que no deberíamos, pero en realidad sentía ganas de volver a tenerte,

— Me pasa igual.

Sol empezaba acercarse a Emiliam, tomo su cara y obligo a verla. No podía evitar lo que sentía, era demasiado y jamás había sentido algo así. Parecía que en verdad lo prohibido era lo mejor. Borro esos pensamientos y volvía a la realidad. Tenía un serio problema con Emiliam.

— Tenemos que hacer algo y pronto — dijo Sol.

— Lo sé, pero la verdad no sé ni por dónde empezar. Me siento mal por lo que hacemos, pero no te quiero dejar ir.

Emiliam tomo de la mano a Sol y la pegaba a su cuerpo. Se miraron a los ojos, el tiempo se detenía.

Emiliam y Sol daban un tour por la mansión de Kika. Sol empezaba a acostumbrarse más a ver esta casa y no es que las de sus compañeros no estuvieran grandes. Pero, ya ir y convivir con gente como ellos, era mucho mejor. Terminaron hasta llegar al jardín de la casa, metieron sus pies en la piscina.

— Esta mansión es increíble — comento Sol.

— kika siempre quiere demostrar que tiene dinero. Realmente Ava siempre ha querido demostrar que es la mejor y bueno, así llevan su vida.

— En México había una chica que de verdad me tenía envidia. Daniel la ignoro y nunca quiso nada con ella y si le sumamos que yo siempre tuve mejores calificaciones, pues tenía razones.

— Que bruta — contesto Emiliam —, si de verdad quería ganarte en algo debió trabajar en ella y no solo mirar lo que hacías y envidiarte.

— Eso pienso, aunque Daniel nunca quiso darle importancia. Sé que ella es peligrosa, incluso puedo compararla con Kika.

— Bueno, entonces son dignas villanas del cuento de hadas.

Ambos empezaron a reírse.

— ¿Ya no quieres a Ava? — pregunto Sol.

Emiliam dio un suspiro y se mantuvo en silencio por unos minutos. Dudaba en responderle a Sol, la miro de reojo y cuando parecía que esa pregunta no tendría respuesta, se animaba a responder.

— La amé, no te lo puedo negar. Fue y será una parte muy importante de mi vida. Creo que ya te lo he mencionado antes, quiero que mis amigos sean felices.

— Bien.

— Pero — dijo Emiliam más relajado —, quiero saber si tuviste más novios.

— No, solo anduve con Daniel. No había besado a nadie más hasta que llegue acá.

La PianistaWhere stories live. Discover now