𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥: 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐊𝐀𝐌𝐈𝐑

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Un mujer esbelta de cabellos castaños y ojos grises acariciando su vientre abultado, aquel bebé tenía ya unos cinco meses desde que fue engendrado y la ninfa estaba emocionada por su nuevo integrante en la Familia, Feyr le observaba sonriente al ver que estaba tan feliz por la llegada de aquel pequeño ser, los hermanos de que estaría en camino ese integrante sonreían de forma dulce viendo que la femenina acariciaba con amor su barriga, Caliope tarareaba una suave canción a modo de poder sentir aún más las pequeñas pagadas del infante que crecía cada vez más, tal como pasaba ese mes, pasaban los demás.

Cuando Caliope había tenido sus nueve meses todos estaban impacientes por la llegada de aquel bebé, todos iban de arriba a abajo preparando todo por cualquier cosa que llegará a suceder, Tyr y Feyr hablaban en el patio con tranquilidad sobre la llegada de aquel niño o niña, claramente, Tyr le daba ciertas miradas a Caliope y aquel secreto no era para nada tan secreto, la mayoría a excepción de su amigo sabían que aquel dios sentía algo fuerte por Caliope y al londer conseguirla para él mejor decidió solo ser amigo de aquella familia, por muy enamorado o más bien dicho obcesionado que estuviera con aquel mujer.

[...]

Grito tras grito.
Fuerza tras fuerza.
Horas y horas.
Todo eso era lo que estaba pasando en la habitación de aquella pareja, el bebé ya estaba apuntó de nacer, los sirvientes le ayudaban a la castaña para que pudiera dar a luz a ese pequeño, los gritos de la ninfa se oían por casi tood el pasillo preocupando más a su marido y a sus otros hijos, miraban con atención la puerta hasta que los gritos iban parando, al pareces el bebé nació, sin embargo no se oían sus llantos y eso alarmó a todos, si un bebé no lloraba era mala señal, pero eran buenas noticias las que llegaron a sus oídos.

—señor Feyr, felicidades, es una niña y esta muy sana —le aviso la partera que ayudó a Caliope

—¿¡una niña!? —sonrió con dulzura y esplendor al oírlo —. Pero... ¿por qué la bebé no lloro?

—todos nos asustamos, pero solo es alguien tranquila —le dio el paso y fue en camino hacia donde estaba su hija —. Esta perfectamente bien, es muy sana

Sus ojos brillaron al ver a la niña, cabellos negros y se veían muy suaves, Caliope derramó lágrimas al ver que su pequeña estaba bien, los hermanos de esta se reunieron a darle la bienvenida a su nuevo ser viviente que protegerán en su vida, todos los sirvientes se alegraron por tales noticias que no tardaron en llegar a odios de los griegos y parte de los nórdicos, fueron pocos los que asistieron a la celebración de la nueva hija de Feyr, llegaron a su fiesta con bellos regalos y bendiciones hacia a la pequeña, más sin embargo no se imaginaban lo que le estaba por pasar. Tyr llegó hasta la fiesta algo tarde pero por su amigo hizo lo que pudo, saludo de forma cordial y alegre hasta que se acercó a la cuna a ver a la niña de cabellos negros, su corazón se detuvo al verla tan pequeña, fragil e indefensa, tenía cierto parecido a Caliope haciéndole sentir algo más de lo que sentia por la nombrada, laddo la cabeza, extrañado de tal forma de pensar hacia un ser tan pequeño que apenas nació hace una semana, la bebé que llamaron Kamir abrió sus ojos dejando ver un gris intenso, como si fuese plata líquida, nuvamnete sintió algo más fuerte que la progenitora de aquella niña, era un ser mucho más especial de lo que se esperaba, aquella sensación de paz le había invadido pero algo nuevo surgió...

Obsesión.
Una fuerte al parecer, la bebé le miraba con extrañes hasta que Tyr llegó al borde del colapso con sólo verla una vez más, casi todo tembló, los demás invitados se asustaron y otros se colocaron a la defensiva, la mayoría fue detrás del dios que estaba al borde de llevarse a Kamir, este no lo había logrado ya que la pequeña fue arrebatada de sus brazos gracias a Quiron y Thor, el pelirrojo tomó a la niña mientras el otro le hizo huir, volvieron hasta donde se encontraban los demás, los padres de la pequeña se reunieron a su encuentro con aquella cara de preocupación, tomaron a su pequeña agradeciendo que le ayudase, después de ese día, algo más cambió.
La bebé sufrió casi tres secuestros en solo un semana, aquellos por parte de Tyr, todo eso se evitó a lo que optaron por cambiar su ubicación, llegaron a otro castillo echo por Hefesto quien decidió ayudar a aquella pobre niña que apenas nació y ya tenía problemas, el lugar es acogedor en medio de un bosque con aguas termales y ninfas que se ofrecieron al cuidado de la cabellos negros, durante aquel período de tiempo ella sólo pasó encerrada en su casa.

𝐔𝐍𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐔𝐍 𝐓𝐈𝐑𝐀𝐍𝐎 ❛𝑷𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐𝒏❜  SNVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora